Conforme ha evolucionado, este objeto se ha convertido en un símbolo identitario de la CDMX, cuyo principal fin es impulsar la movilidad
Además de la funcionalidad que ofrece, la Tarjeta de Movilidad Integrada (TMI) se ha convertido en un símbolo identitario no sólo del transporte en la ciudad, sino de la ciudad en sí, dice Álvaro Madrigal, director general de Coordinación de Organismos Públicos y Proyectos Estratégicos de la Secretaría de Movilidad (Semovi).
El funcionario comparte con + Chilango que la implementación de esta modalidad de pago electrónico en el transporte público agiliza los traslados al evitar el contacto con dinero físico. “Todo fluye con mayor rapidez y eso es algo que siempre agradece la gente”, precisa.
Extienden sus redes
Álvaro Madrigal resalta: “Algo bien importante fue el uso de la tarjeta no sólo para el transporte que existía en la ciudad, sino también el concesionado, los autobuses de ruta (los morados) y desde septiembre pasado el Tren Interurbano México-Toluca y ahora el Mexibús, con lo cual por primera vez se utiliza en servicios que otorga el Estado de México”.
Con todos estos cambios, la Tarjeta amplió su monto máximo de recarga. Antes se permitía un máximo de $120 ahora es de $500. “Como se pueden realizar viajes encadenados y algunos tienen un precio mayor, como el tren, se permitió aumentar el monto máximo de recarga para evitarle a la gente que haga filas constantemente. En el mismo sentido, ahora se puede recargar desde su celular con la aplicación de la Tarjeta de Movilidad Integrada”.
Con estas adecuaciones, precisa el director, de seis íconos que tenía cuando inició operaciones, hoy la tarjeta aparece con ocho: Metro, Metrobús, Cablebús, Tren Ligero, Ecobici, RTP, Tren Interurbano y transporte de ruta.
El funcionario detalla que con la tarjeta se realizan alrededor de 7 millones de viajes al día y no hay una cifra precisa de ventas al año porque desde 2023 “emprendimos una importante campaña para informar de la migración del pago en efectivo al pago con tarjeta”.
Y, como se estableció al principio, la evolución de la TMI no se detiene: “Se está trabajando para tener una Tarjeta de Movilidad Integrada en el celular para que de ese modo al escanear el celular en el aparato, el público pueda tener acceso al medio de transporte”.
Sigue evolucionando
Para lograr la eficiencia que hoy tiene, la Tarjeta evoluciona de manera constante. Su primer antecedente fue el abono, el cual se utilizó desde 1986 hasta 1995 y consistía en un boleto convencional de plástico con el cual podías ingresar al transporte varias ocasiones.
En 2006 se puso a la venta la primera tarjeta de pago electrónico y seis años más tarde se implementó la tarjeta única para distintos medios de transporte; fue hasta 2019 cuando se creó la Tarjeta de Movilidad Integrada que homologó los distintos transportes, incluida la Ecobici. “La tarjeta se moderniza y evoluciona todo el tiempo y además de ser un símbolo identitario de la ciudad, su funcionalidad nos permite tener un sistema sano”.
Madrigal explica que cuando se tenían tarjetas diferentes para el Metro y Metrobús, aunque “podían comunicarse entre los distintos medios de transporte, es decir, que podías recargar la tarjeta en uno u otro sistema, había problemas tecnológicos para pasar la tarjeta, con lo cual en ocasiones no se podía ingresar; además, no se podía extender a otros medios de transporte, por un fraude en los equipos donde se recargaba la tarjeta”.
Cuando se instaura la Tarjeta de Movilidad Integrada, “se cambia la tecnología para solventar los problemas que se tenían y se establecen rigurosos mecanismos para dejar de tener problemas financieros.
Hoy es prácticamente imposible vulnerar los sistemas para cometer algún ilícito”. Aparte de los cambios operativos, también se da un cambio importante en la imagen: “Además de la movilidad que se sugiere al mismo tiempo se incorporan los iconos de cada uno de los transportes que había en la ciudad y que se sumaron al pago con tarjeta”.
Una tarjeta incluyente
Es importante mencionar también que se tiene la Tarjeta Incluyente, con la cual se puede acceder de forma gratuita a todos los sistemas de transporte de la ciudad. Hasta el momento se han emitido alrededor de 45 mil unidades y para obtenerla debes tener una Constancia de Discapacidad Permanente que se puede obtener en algún centro de salud.
El plan es lograr que los beneficios de esta tarjeta se amplíen todavía más. “De momento lo que vamos a empujar es que en el Estado de México puedan añadirse estaciones; por ejemplo, Pantitlán que es una conexión muy importante con la Ciudad de México.
Ahí las personas ya utilizan la TMI y lo ideal para estos usuarios es tener una sola tarjeta y no hacer doble fila o tener transbordos más ágiles. El objetivo siempre es impulsar la movilidad, hacer más ágiles los traslados y beneficiar al usuario”.