La capital del país está construida sobre una zona lacustre que siempre se va a inundar sin importar que se construyan túneles como el TEO, que podrían perjudicar más a la ciudad que ayudarla, de acuerdo con Luis Zambrano, investigador del Instituto de Biología.
Los riesgos
Uno de los problemas que enfrentará la Ciudad de México en un futuro es la falta de filtración de agua de lluvia al manto acuífero, pues con este sistema se desagua todo este líquido y se lleva hasta la Planta de Tratamiento de Atotonilco.
“Es el círculo perverso que ha generado esta visión obtusa de algunos de los ingenieros hidráulicos y las autoridades. Te cobro el doble por solucionarte un problema para generarte un problema más fuerte”, destacó Zambrano en entrevista.
Más baches…
La extracción de agua del acuífero ocasiona que cada año la ciudad se hunda hasta 40 centímetros por año y si deja de filtrarse este recurso de forma pluvial entonces el Distrito Federal enfrentará peores hundimientos y fenómenos como los baches.