Foto: Sarahí Rosas

14 de agosto 2024
Por: Redacción

Transporte moderno reemplaza a los viejos microbuses de la CDMX

El gobierno capitalino implementa un programa de chatarrización para sustituir las unidades antiguas, como parte de la estrategia de Movilidad Integrada

Por Eduardo Alavez*

Los microbuses o micros, para los cuates, son una especie en extinción. La Ciudad de México poco a poco se despide de estos vehículos de transporte público tras más de 35 años de recorrer las calles chilangas.

Ahora es tiempo de decirles adiós ante la llegada de camiones modernos, mejor equipados y regulados. Para lograr este objetivo, el gobierno capitalino creó el programa de chatarrización que forma parte de la estrategia de Movilidad Integrada y con la cual han desaparecido paulatinamente rutas antiguas.

Con el programa se busca transformar los corredores de transporte público concesionado, para ello, las autoridades locales ofrecen a los prestadores del servicio un bono de 450 mil pesos por cada unidad destruida. “Este bono ayuda a que los transportistas y concesionarios puedan comprar las nuevas unidades y con eso tener la renovación de flota.

Lo más importante es que mejore la forma en la que operan”, explicó Fernanda Rivera, directora general de Licencias y Operación del Transporte Vehicular en la Secretaría de Movilidad (Semovi).

Tras este proceso, las autoridades incentivan la creación de una sola empresa de transporte para que compre las unidades nuevas que cumplan con las siguientes características:

Estas innovaciones permiten a las compañías monitorear los viajes de cada autobús para evitar las prácticas de antes, es decir, ya no cambiarán repentinamente de ruta, no tendrán las puertas abiertas mientras circulan y deberán hacer las paradas en sitios establecidos.

“Es un cambio radical. Las rutas pasaron de tener concesionarios individuales que competían por el pasaje a una sola empresa, donde toda la flota tiene que operar de mejor manera”, detalló Rivera.

¿Cuántos microbuses han desaparecido?

De acuerdo con datos de la Semovi, en el actual sexenio van casi cuatro mil microbuses chatarrizados en la capital del país. Algunas rutas renovadas son Cuautepec, Culhuacanes, Aragón, Milpa Alta, Xochimilco y División del Norte.

Antes de que termine la administración del jefe de Gobierno, Martí Batres, la meta es completar el cambio de unidades en Azcapotzalco, Xochimilco centro y en el Eje 8, que es la continuación del Trolebús que va desde Constitución de 1917 a Mixcoac. A pesar de ello, todavía faltarán esfuerzos para la transformación de otros corredores como en Tláhuac, Iztapalapa, Centro Histórico o Gustavo A. Madero. “Estoy segura de que habrá continuidad en esta modernización (con Clara Brugada)”, señaló la funcionaria.

Resistencia al cambio

Gabriel Enrique Rodríguez, conductor de transporte público por más de 30 años, presenció la llegada de los microbuses a la ciudad y ahora ve cercana la despedida de las unidades como la que aún conduce en avenida Insurgentes.

El vehículo que maneja es un modelo 1991 y cree que con una “buena manita de gato” podría seguir en servicio varios años más. No ve con buenos ojos el cambio implementado desde el gobierno, pero estaría dispuesto a aceptar ciertas condiciones.

Su opinión sobre la renovación de las unidades denota resistencia: “No sé, no las he manejado”, sin embargo, no se cierra a las posibilidades de este proceso, ya que consideró que el cambio en general tiene sus beneficios y sus desventajas.

“No estoy acostumbrado al sueldo quincenal, no sé cómo se va a pagar, no es lo mismo que traer tu dinero al día. Tú sabes cómo quieres trabajar y lo que vas a ganar”, agregó. Como Gabriel, muchos otros operadores ven con recelo el cambio. 

La Semovi es consciente de esta preocupación. Fernanda Rivera explicó la importancia de acercarse a los conductores de microbuses durante este proceso. “Para todas las personas, el cambio siempre es complicado, y en este caso, esas unidades han sido clave para los concesionarios.

Desde la Semovi nos sentamos a explicarles los proyectos, tratando de generar la mayor confianza para que ellos mismos lideren el proceso. Son ellos quienes se profesionalizan, toman los cursos y aprenden qué implica ser una empresa”, comentó.

La funcionaria aseguró que la ciudadanía recibió con agrado las nuevas unidades, especialmente en zonas donde la modernización del transporte público se olvidó durante años. “También es un cambio para los usuarios, porque ahora hay paradas establecidas que mejoran los tiempos de recorrido. Las opiniones son positivas; están contentos de recibir un mejor servicio”, afirmó.

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*Texto adaptado para + Chilango

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