Las redes sociales, en especial Twitter, se han convertido en el medio más usado para expresar nuestros sentimientos y opiniones, debido a su inmediates y alcance. Lo que pocos habían visto es que también puede funcionar como una especie de termómetro de la salud psíquica de sus usuarios y hasta predecir la tasa de mortalidad de una comunidad por enfermedades del corazón. Un estudio realizado por la Universidad de Pensilvania encontró una relación que hasta entonces era muy difícil de demostrar: la influencia de la salud mental en la salud corporal.
Los investigadores encontraron que las manifestaciones en Twitter de enfado, enojo y estrés proporcionan información sobre el riesgo de padecer enfermedades del corazón. Asimismo, las personas que publican mensajes de entusiasmo y optimismo pueden tener un efecto protector contra las enfermedades cardíacas.
Si bien, no se puede predecir el número de ataques al corazón en una zona determinada, pero sí se podría realizar un mapa de zonas en donde es necesario intervenir.
La investigación se centró en un condado de Estados Unidos y se usaron datos recabados por instituciones de salud como las tasas de tabaquismo, la obesidad, la hipertensión y la falta de ejercicio.
En base a tuits publicados entre 2009 y 2010, los investigadores crearon diccionarios emocionales y encontraron que el lenguaje y los temas emocionales negativos, como el uso de palabras como “odio”, está fuertemente correlacionados con la mortalidad por enfermedades del corazón.
Muchas veces las personas usan como forma de desahogo el escribir en 140 caracteres su molestia, enojo o frustración hacia algo o alguien, pero al estar inmersos en una red social tan viral como lo es Twitter, puede causar que la furia aumente.
La plataforma virtual permite crear un ambiente, como si estuvieras en persona con varios “amigos”, dentro de la cual te sentirás como si en una reunión todas las personas te estuvieran reclamando por algo.
Todo lo que escribes en ese corto espacio predice tu nivel de mortalidad a causa de enfermedades cardiacas, pero ¿Cómo saben eso? Pues es gracias al lenguaje psicológico de tus tuits.