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El comunicado de prensa de la Cámara de Diputados en el que nos informan que los legisladores han decidido cancelar el contrato con la empresa Pulso Legislativo, que habría de costar 115 millones de pesos, debería tenernos contentos.
Una suma de periodismo y movilización social evitó un gasto millonario.
Pero ya saben que a uno luego le da por encontrarle “peros” a todo, o a casi todo.
Hagamos un poco de memoria sobre un hecho que difundió, primero que nadie, el periódico Reforma:
1.- El 10 de enero pasado, la Cámara decidió adjudicar directamente este contrato a una empresa dedicada a “inteligencia legislativa”, sin que hubiera ningún tipo de licitación. ¿Cómo se enteró esta empresa que se necesitaban estos servicios? ¿Por qué se les dio a ellos? ¿Se buscaron otras opciones? ¿Ustedes creen que alguien será sancionado por esta primera irregularidad? ¿Cuántos contratos más están en esa misma situación?
2.- En la página de Internet dedicada a “transparentar” sus gastos –es un decir-, la Cámara sólo subió un párrafo de información sobre el contrato, que incluía el monto, el nombre de la empresa y una definición general sobre el servicio. Pero, antes de que se hiciera público, ese monto era de 115 mdp. Después desapareció la información por cinco días. Y finalmente reapareció en la misma página, pero con el monto cambiado, sin explicación alguna, a 99 millones.
3.- Apenas se hizo público el contrato, hubo una primera declaración de los legisladores, en la que reconocían su existencia. En la segunda, cuatro días después, decía lo contrario: “Era sólo un proyecto que nunca se aceptó”. La empresa dice que tenía más de tres meses firmado. Imposible saber quién tiene la razón, porque ambas decidieron no hacerlo público.
4.- La empresa demostró que los diputados ya hacían uso de los servicios que prestaban. ¿Los diputados acostumbran emplear un servicio que no pagan? ¿De veras? ¿Cuánto van a pagar por los tres meses del servicio?
5.- La empresa sostiene que, por contrato, la cancelación debe ser informada con 30 días de anticipación. ¿Los diputados sacaron un comunicado y no se tomaron la molestia de avisarles?
6.- Se demostró que los servicios contratados eran los mismos que realizaban más de 200 empleados de la Cámara. ¿Acostumbran duplicar funciones y pagar montos extraordinarios por ello? ¿El gasto que pensaban hacer implicaba un ahorro en alguna de estas áreas?
Este caso nos volvió a recordar que el Congreso no es un sujeto obligado por la ley de transparencia, que ellos mismos aprobaron. Imaginen cómo deciden la compra de 500 automóviles nuevecitos. El presupuesto del Poder Legislativo, no está de más recordarlo, es de casi 12 mil millones de pesos. Da miedo pensar cómo se lo gastan.
¡Anímate y Opina!
*Daniel Moreno
Periodista, ha trabajado en diversos medios como Reforma, Milenio y El Universal. Actualmente dirige AnimalPolitico.com y colabora en distintos espacios radiofónicos, como en Fórmula, Reactor 105 y en máspormás Radio.
(DANIEL MORENO CHÁVEZ | MÁS POR MÁS)