A primera vista parece ser una iglesia antigua, pero por dentro es una biblioteca con uno de los acervos documentales más importantes del país
Por Liz Basaldúa*
La próxima vez que camines por República de El Salvador 49, detente un momento y entra. La Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada es una de esas joyas ocultas que te sorprenden desde que cruzas la puerta. Desde fuera parece sólo una iglesia más del Centro Histórico, pero adentro se abre un mundo lleno de historia, revolución y arte.
Instalada en el antiguo Oratorio de San Felipe Neri, este edificio del siglo XVII tiene una historia intensa: fue teatro, iglesia y desde 1970, sede de una de las bibliotecas públicas más impresionantes del país. Su arquitectura barroca convive con el muralismo moderno.
El inmueble guarda más de 100,000 títulos especializados en ciencias sociales, economía, historia, filosofía, arte y literatura. Pero lo que la hace única es su fondo reservado, que incluye:
- Manuscritos del siglo XVII al XIX
- Libros firmados por Carlos de Sigüenza y Góngora
- El periódico Diario de México de 1805
- Ejemplares de El Hijo del Ahuizote y La Luz de la Mujer
- Publicaciones económicas y fiscales del siglo XIX al XXI
- Materiales sobre la Deuda Pública del Porfiriato
- Documentos históricos del desarrollo económico mexicano, desde el archivo del Fondo Histórico de Hacienda
Aquí los libros se consultan con guantes, porque muchos están en pergamino, con caligrafía cursiva e impresiones originales de imprentas novohispanas. Literal: hay textos escritos a mano con tinta del siglo XVII. Todo se puede consultar gratuitamente, sólo necesitas tu credencial.
Los murales de Vlady: arte monumental en cada rincón
Una de las razones más poderosas para visitar esta biblioteca es el mural “La Revolución y los Elementos”, obra del artista Vlady (Vladimir Kibálchich Rusakov), pintado entre 1973 y 1982. Son más de 2,000 metros cuadrados de frescos y lienzos que narran simbólicamente las grandes revoluciones de la humanidad: la rusa, la francesa, la religiosa, la latinoamericana, la norteamericana y la musical. Y si te lo andabas preguntando ¡Noop! No hay una de la Revolución Mexicana. (Nosotros también lo pensamos).
Este mural es poesía visual de las ideas que han transformado al mundo. Hay figuras que evocan a Cuauhtémoc, Trotsky, Marx y Freud, además de símbolos como ballenas, elefantes surrealistas, mujeres voluptuosas al estilo Rubens y composiciones que remiten al psicoanálisis y al surrealismo. No, no nos metimos nada, eh, en serio tú vas y vas a ver una locura de arte ahí.
Vlady no recibió una orden ni censura; el gobierno mexicano le cedió el espacio con total libertad artística. Fue un caso único: un muralista extranjero, no nacionalista, trabajando en un edificio público. Su obra transforma la experiencia de estudiar aquí: leer bajo estos techos es estar dentro de un manifiesto artístico vivo.
Una hemeroteca con obras de 1600

La biblioteca tiene un acervo tan antiguo que el uso de guantes para consultar ciertos documentos es obligatorio. Aquí puedes leer textos que fueron escritos a mano en el siglo XVI, en tinta sobre pergamino, con caligrafía cursiva de la época.
Uno de los que nos dejó con la boca abierta fue un manuscrito de Juan de Palafox y Mendoza, donde comunicaba a las autoridades españolas cómo eran los pueblos indígenas y cómo debían ser tratados. Aquí un fragmento: “Los indios generalmente son honestos… los viejos es cosa muy asentada, que llegando a cincuenta años raras veces conocen mujer aunque sea a la propia…”
Leer estos textos es entrar de lleno al México antiguo. Es asombroso saber cómo eran percibidos nuestrxs antepasadxs y cómo eso quedó plasmado en cursivas en estas obras. Asimismo, verás cómo era la Ciudad de México, Puebla y otros estados de la República, claramente nada que ver con hoy en día, sin autos, sin rascacielos y sin smog. ¿Te hubiera gustado vivir en esos tiempos?
Una sala de lectura para trabajar muy tranqui
La sala principal tiene estanterías que son réplica de la Biblioteca de El Escorial de Madrid, con madera trabajada y estructura clásica. Pero lo que la hace única es esa combinación de solemnidad, historia viva y explosión visual. Estudiar aquí no es sólo un acto académico, es también una conexión estética y simbólica. ¿Ya te dieron ganas de hacer tu tesis aquí, venir por unos libros o simplemente recorrerla?
La biblioteca también organiza exposiciones temporales, conciertos, presentaciones de libros y recorridos guiados. Todo sin costo.
¿Por qué visitar la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada?
Porque es un espacio donde puedes leer entre revoluciones, hojear un documento de hace muchos siglos o descubrir cómo se pensaba en México antes de que existiera el país. Porque el arte aquí no está colgado: te rodea y te transforma. Porque es un lugar donde el conocimiento huele a tinta antigua y a ideas nuevas.Y porque en una ciudad donde todo se mueve rápido, la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada te invita a hacer justo lo contrario: detenerte, observar y dejarte asombrar.

Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada
Dirección: República de El Salvador 49, Centro Histórico
Horario: mar a vie, 09:00 a 18:00; sáb, 10:00 a 14:00
Costo: entrada libre (lleva tu credencial oficial)
Especialidades: historia, economía, literatura, filosofía, ciencias sociales y humanidades
Imperdibles: mural de Vlady, fondo reservado, acervo hemerográfico
- Más de 100,000 títulos especializados en ciencias sociales, economía, historia, filosofía, arte y literatura resguarda la biblioteca
- 2,000 metros cuadrados de murales coloridos hay en el lugar, todos creados por el pintor ruso y nacionalizado mexicano Vlady
*Texto adaptado para Chilango Diario