La dirección predominante del viento y las condiciones de cuenca agravan la situación para mantener la calidad del aire en la ciudad para los capitalinos, según una investigación de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Dado que los automóviles son la primera causa de polución en la metrópoli, el gobierno ha instaurado medidas como el programa “Hoy No Circula” y la “Verificación Vehicular”, pero para los investigadores esto no es suficiente.
De acuerdo con Gustavo Fuentes Zurita, miembro del Departamento de Ingeniería de Procesos e Hidráulica de la UAM Iztapalapa, hay que buscar alternativas en el diseño de catalizadores que contribuyan a paliar este problema.
Una esperanza
Justamente ese es el trabajo que lleva a cabo el investigador en la universidad, ya que se encuentra desarrollando con su equipo un catalizador que contiene plata para vehículos y maquinaria de combustión interna a diesel.
Estos sistemas permitirían reducir la emisión de óxidos de nitrógeno en el Distrito Federal, los cuales tienen potenciales efectos negativos sobre la salud, como la reducción de oxigenación de los tejidos del cuerpo humano.
Los especialistas de la UAM también analizaron los convertidores comerciales que se utilizan en los automóviles y descubrieron que hay compuestos que son emitidos como amoniaco y óxido nitroso.
Viejo vs moderno
Mientras que los convertidores tradicionales operan entre 300 y 500 grados centígrados, los desarrollados en esta investigación pueden hacerlo a tan solo 100 grados centígrados, eliminando mucha de la contaminación emitida.
Se requiere que el material catalítico encienda a la menor temperatura posible, pero que sea estable a alta temperatura para hacer reaccionar la mayor parte de los compuestos contaminantes presentes en los gases de escape.
Si el equipo de Fuentes Zurita logra desarrollar un convertidor que pueda comercializarse, entonces trabajarán en las patentes del diseño original para iniciar con los trabajos que tienen por objeto reducir la contaminación.
Otras investigaciones
Si los llamados aductos, que son agentes tóxicos liberados por los automóviles, se encuentran en el ADN es posible, en términos probabilísticos, que la persona corra el riesgo de tener una mutación e incluso pueda desarrollar cáncer.
Lo anterior, basados en un análisis desarrollado por el Instituto de Investigaciones Biomédicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), coordinado por la especialista María Eugenia Gonsebatt.
(Ignacio Gómez)