La pandemia del COVID-19 ha dejado secuelas mentales a un gran porcentaje de la población. Fotografía: Shutterstock
El Covid-19 provocó un cambio radical en la vida cotidiana de la población a nivel mundial. No solo el confinamiento causó que miles de personas sufrieran de ataques de pánico o ansiedad por salir, sino que, después de dos años de uso continuo del cubrebocas en espacios públicos, se ha desarrollado un síndrome llamado “Síndrome de la Cara Vacía”
Este síndrome es un efecto secundario entre las personas que paulatinamente han dejado de usar los tapabocas, ya que era considerado un elemento protector del rostro, cubriendo miedos e inseguridades.
La sensación de inseguridad generada por mostrar el rostro llega a ser conocida como “mask fishing”, esto originado por dos motivos: el miedo a mostrarse ante los demás y la fobia a ser contagiado de coronavirus.
¿A quién llega a afectar más?
El sector poblacional que ha llegado a tener más afectaciones ha sido el de los adolescentes, ya que al encontrarse en etapa de desarrollo, los cambios físicos y personales por los que están pasando pueden llegar a ser traumáticos para algunos.
Si tengo este síndrome, ¿qué puedo hacer para superarlo?
A las personas que crean o se identifiquen con las características de este síndrome se les recomienda que no se fuercen a dejar de usar el cubrebocas de un día al otro, se recomienda que el retiro vaya siendo poco a poco hasta que vayan desarrollando mayor confianza.
Además, se recomienda hacer una lista de situaciones que se detecten como incómodas para la persona, que vaya de menor a mayor grado y a partir de ahí, irlas enfrentando.
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