La señora María Avendaño es precavida al abrir la puerta de su domicilio, ubicado en la avenida Gabriel Mancera de la colonia Del Valle, porque dice que hace cinco años ella y su esposo, Antonio Gago, son hostigados por inmobiliarias que intentan comprarles la casa que han habitado desde 1972.
La insistencia fue tal que mejor ya pusieron una manta en la entrada con la leyenda: “Esta casa no se vende”, y ni así.
“Fácil han venido 20 veces a preguntar si vendo mi casa. Pero nos empezó a preocupar cuando un día, mientras estaba regando mis plantitas, me di cuenta que una persona me veía, un señor se me acercó y me preguntó: ‘señora, ¿venden su casa’?, le contesté que no y me enseñó una hoja donde aparecía en remate”, cuenta María.
Sucedió en junio del año pasado. La hoja era un impresión del sitio web de anuncios clasificados Segunda Mano en la que se vendía la casa en un millón de pesos.
“Mi hija habló a Segunda Mano y le dijeron que ellos ponían la publicidad, pero que no se hacían responsables por lo publicado, por eso mandamos a hacer la manta”, explica.
Avendaño recuerda que los más insistentes en el tema son los agentes de las inmobiliarias, de quienes ya hasta conoce su manera de actuar. Por lo regular, cuenta, pasan por su casa los fines de semana alrededor de las cuatro de la tarde.
“Nos dan su tarjeta, que son de la inmobiliaria no se qué, que quieren hablar con el hombre de la casa, pero yo les digo que no”, dice María.
Y a pesar de la manta, la insistencia por parte de las empresas inmobiliarias se mantiene; incluso, el viernes pasado, la visitó la intermediaria Tecnocasa, cuenta.
Por ello, ahora María y Antonio se fijan quién toca el timbre y si no conocen a la persona, mejor ni le abren.
La señora Avendaño, de más de 60 años de edad, cuenta que le han ofrecido hasta 10 millones de pesos, pero dice que no venderán el inmueble porque se trata de una herencia para sus hijos.
UNA COLONIA QUE CAMBIA
Hartos de la insistencia de particulares e inmobiliarias, María asegura que han ido a quejarse con las autoridades, pero que nada han podido hacer por ellos.
La casa fue construida en 1944 y cuando la compró junto con su esposo, explica, le costó un millón de viejos pesos.
Cuando María y Antonio se mudaron, en 1972, la zona era muy distinta, cuentan que no habían muchos edificios, la clínica 28 del IMSS tampoco existía, pero desde entonces las cosas han cambiado: más edificios y más gente se muda a la zona.
Para comprobarlo, tan sólo basta mirar atrás de la casa de María Avendaño y Antonio Gago, donde un nuevo edificio con departamentos fue construido en una colonia donde las casas parecen ser codiciadas.
UNA ZONA CARA
De acuerdo con el portal metroscúbicos.com, especializado en bienes raíces, la colonia del valle es un lugar con alta plusvalía.
Según el portal, comprar una casa en la colonia Del Valle Centro, donde se encuentra la casa de María y Antonio, puede costar, en promedio, 22 mil 500 pesos por metro cuadrado, pero puede llegar hasta los 28 mil pesos.
En la delegación Benito Juárez, el costo promedio del metro cuadrado de una casa sola es de 20 mil 900 pesos, pero puede llegar hasta los 31 mil 700 pesos, según el mismo portal.