Adiós a las trajineras y chinampas que fueron catalogadas como patrimonio de la humanidad por la UNESCO, pues para las autoridades de la ciudad es preferible construir una vialidad elevada por encima de la conservación de Xochimilco.
Aunque la Autopista Urbana Oriente (AUO) fue planeada para mejorar la movilidad y reducir las emisiones contaminantes el efecto será contrario; habrá más automóviles y se talarán árboles que dejarán de filtrar agua, de acuerdo con el especialista en ecosistemas urbanos, Luis Zambrano.
Solución a corto plazo
En entrevista, el ecólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) aseguró que los capitalinos comenzarán a percibir el tráfico de manera gradual, como sucedió con la construcción del segundo piso del Periférico durante el sexenio pasado.
La construcción de cuatro carriles sobre Periférico partiría en dos el ecosistema complejo de Xochimilco, principalmente porque acabaría con los humedales que son importantes para mantener la temperatura de la ciudad.
Respecto a la estrategia gubernamental para sustituir los árboles talados en las zonas de obras, el investigador indicó que las replantaciones se están llevando de manera errónea, ya que es “altamente probable que ninguno sobreviva”.