Al superar el primer obstáculo de asumir sin fracturas la dirigencia del PRD-DF, Raúl Flores, dice sentirse más tranquilo para concentrarse en las tareas de promoción del partido entre la sociedad civil y preparar con tiempo los métodos para la selección de candidatos en 2015.
“El reto es que la vida interna no te atrape, puesto que la sociedad está demandando solución a los problemas que pasan afuera”, asegura el dirigente perredista en entrevista con Manuel López San Martín desde la redacción de Más por Más.
Todo ese trabajo, agrega Flores, es para lograr la meta de ganar las 16 delegaciones en la elección de 2015.
Como nuevo dirigente del PRD, ¿Con qué te encontraste a tu llegada?
A la llegada, fue marcar una diferencia puesto que había alta expectativa de que fuera un conflicto irresoluble: la gente esperaba ver golpes. Logramos hacer un proceso bastante ordenado, la elección fue de manera unánime. El reto es que la vida interna no te atrape, puesto que la sociedad está demandando solución a los problemas que pasan afuera.
¿Cómo se tiene que lidiar con los intereses y egos al interior del PRD?
Los perredistas son de alto mantenimiento, hay que tratarlos bien, atenderlos. Muchas veces tienen la idea de un líder del partido que esté metido en la oficina recibiendo a los grupos, pero también mi trabajo es hablar con sindicatos, organizaciones del movimiento urbano popular.
¿Cómo convivir con las “tribus” del PRD?
Me he encontrado con mucha disposición de trabajo entre los integrantes del Comité Ejecutivo. Saben que seguirle apostando al tema de las posiciones propias se va a agotar. Líderes como Bejarano, Jesús Ortega, Marcelo Ebrard, Julio César Moreno, los hermanos Efrain y Carlos Augusto Morales, han ido fortaleciendo sus liderazgos, y tratan de influir pero yo no me he sentido arrinconado.
¿Qué pasará cuando llegue el momento de las candidaturas?
Esa es una de varias tareas pendientes: renovar los comités delegacionales y el tema de las formas de elección de las pre candidaturas y candidaturas a las diversas posiciones en el 2015.
¿Hay posiciones intocables dentro del PRD?
El partido se caracteriza por incorporar a factores de la vida social y política, entonces la discusión que se tiene que dar es, por un lado, fortalecer el ámbito territorial y por otro, que el partido sea un instrumento de la sociedad civil.
¿El PRD ha representado a los ciudadanos?
Claro que sí. Primero, la Ciudad ha avanzado en sus márgenes de libertades, con la acción política sobre temas de avanzada como la legalización de marihuana o el aborto. Segundo, la práctica política debe estar a la altura de lo que decimos. Tenemos claro el respeto al género, tenemos que ser representantes de los sindicatos, medio ambiente.
¿Hasta donde tiene que ir la relación del PRD y el jefe de gobierno del DF?
El Doctor Mancera ha dicho estar consciente de que encabeza el proyecto de izquierda en el DF. A mi no me incomoda que el jefe de gobierno se afilie al partido por las buenas prácticas que tenemos, tiene un pensamiento liberal progresista y a mi se me facilita la relación con el, hemos empatado visiones.
¿Hay una agenda compartida entre el PRD y el jefe de gobierno?
Claro. Él ha sido respetuoso con el partido y hay una gran empatía en acuerdos. Está satisfecho de que estemos en la dirigencia y eso permite tener una buena comunicación y empatar visiones.
¿Los resultados del GDF son la mejor carta del PRD?
Totalmente. Los resultados y en la forma en que se conducen, algo que distingue a un gobierno de izquierda es que las víctimas en al caso de Tepito son atendidas directamente por el Procurador y el Jefe de gobierno. Eso significa que sí es un gobierno sensible.
¿Eres optimista con lo que viene en 2015 y 2018?
No dejo que me gane el optimismo. Quiero trabajar para ganar las 16 delegaciones. Es un escenario posible y tenemos que demostrar de aquí al 2015 que hay una muy buena relación dentro del gobierno y seguimos siendo la mejor opción para gobernar.
¿Cuál sería un mal y buen resultado en los comicios del 2015?
Un buen resultado bueno tendría que ser poder conformar una alianza de izquierda en la Ciudad. Un mal resultado sería perder la confianza de los ciudadanos en el DF y eso es algo que no podemos permitir y tenemos que afinar la propuesta política y presentar un mejor rostro en el DF.