Hace unos meses se difundió el tráiler de Loving Vincent. Así supimos que 125 pintores profesionales habían sido convocados para reproducir algunos de los cuadros más famosos de Van Gogh para usarlos en la película. Al óleo y en estilo impresionista, claro, también fueron recreados sus escenarios de vida con la finalidad de animar cada pieza y contarnos la atormentada historia del artista holandés. El proyecto, además de original, parecía irrealizable.
Demoró siete años terminar los cerca de 65 mil lienzos que componen cada cuadro del filme. Las cifras hablan solas: tomó seis horas pintar cada cuadro y dos semanas terminar un segundo de película.
Los locos detrás de esta titánica empresa son los esposos polacos Dorota Kubiela y Hugh Welchman —ella artista y cineasta, él escritor—, quienes ya tienen un Óscar en casa por la cinta Peter and the Wolf (2006). En esta ocasión, recurrieron al crowdfunding para poder pagar a los pintores que usaron (entre ellos una mexicana), recaudando 53,292 libras.
Es así que veremos las calles de Arles con todo y su magnífica noche estrellada; conoceremos al hermano de Vincent, Theo; a su cartero; al doctor Paul Gachet y a su hija Marguerite, todos personajes sacados de sus pinturas y que tuvieron una historia con él. A este “elenco” hay que sumarle sus pares humanos: el actor Robert Gulaczyk interpretará a Vincent maduro y la actriz Saoirse Ronan a Marguerite.
Siguiendo la máxima del propio Van Gogh: “Solo podemos hablar a través de nuestros cuadros”, los personajes intentarán descifrar las razones que provocaron el suicidio del artista holandés.
Una cinta que ya se adivina sobrecogedora y que ya tiene fecha de estreno en la Ciudad de México: viernes 24 de noviembre en las salas de Cinemex.
Por Alejandra Jarillo