El amor es muy complicado porque nos hemos impuesto reglas que interfieren con el gozo y la libertad. Suponiendo que nuestra perspectiva cambiara, ¿qué pasaría si nos quitáramos estas ideas de encima?, seguro el mundo fluiría con facilidad. Soñemos un poco:
1- No agregarse a Facebook
La gran mayoría de los pleitos novieros son por las redes sociales. Tenemos un concepto equivocado de exclusividad. Queremos vigilar a quién agregan, con quién conviven y hasta quién escribe en su muro. Es completamente absurdo. Nuestra pareja no llegó a nuestras vidas sin un historial previo. Ya no estamos en 1820.
Si no nos tuviéramos que agregar todo sería más sencillo. Recuperaríamos el 50% de nuestro tiempo. No más stalkear, no más hacer perfiles secretos.
2- No pelar las dobles palomitas de Whatsapp
Si no hiciéramos caso de esta indicación de mensaje checado y no checado nuestros niveles de estrés se reducirían en un 80%. Dejaríamos de reclamar atención cuando están ocupados y no tendríamos malviajes sobre si nos están evadiendo o no. (Chequen esta nota)
3- Amigos(as) del sexo opuesto bienvenidos
Quién sabe quién nos dijo que las amistades del sexo opuesto, después del noviazgo quedan prohibidas. Tener pareja no significa contrato de exclusividad amistosa. Ser fiel es punto y aparte.
Si no tuviéramos celos de los(as) amigos(as) del sexo opuesto seríamos libres y no sufriríamos con chaquetas mentales innecesarias.
4- Bye a las suegras
Hay quienes tienen una suegra increíble, pero el otro 90% no. Así que imaginar que no existieran es maravilloso. Evitaríamos pleitos por compromisos a los que no queremos asistir, criticas que no queremos escuchar y corajes porque su familia no resulta lo que queríamos que fueran.
5- Detalles sin importancia
Siempre queremos recibir cosas que no llegan. Presentes que nos llenen de ilusión y felicidad y si la pareja no lo hace peleamos.
Si estos no importaran ahorraríamos mucho dinero, tiempo y esfuerzo. Dejaríamos de ser parte de una sociedad consumista que basa sus relaciones en objetos materiales. Aprenderíamos a darle valor a lo que realmente tiene valor y nos dejaríamos de jaladas.
6- La forma física en segundo plano
Cuantas veces hemos desperdiciado oportunidades increíbles por dejarnos llevar por el físico. Existen personas con gran potencial ocultos bajo un físico no tan atractivo. Si dejáramos de pensar en el cuerpo como objeto de deseo nuestro horizonte tendría más posibilidades. Sería más fácil conseguir pareja y vivir sin inseguridades.
El sexo sería más desinhibido y sin preocupaciones.
7- No anhelar una boda
Formalizar siempre ejerce presión, freakea a la pareja y llena la cabeza de miedos. Si no tuviéramos que cumplir con estos requisitos sociales no gastaríamos en una fiesta ni nos estresaríamos por el qué dirán. Aunque debemos aceptarlo, todos amamos las bodas y queremos que nuestros amigos nos sigan invitando.
8- Compartir sin límites
La liberación femenina y la igualdad de género no estarían involucrados con este tema, porque a final de cuentas no tienen nada que ver. Es muy incómodo ver quién paga qué o si uno cooperó más que otro. Todo sería más sencillo si el dinero de los dos fuera de los dos. ¿Saben cuántos problemas evitaríamos?, ¿cuántos divorcios se ahorrarían? Votamos porque este sea el punto número uno.
9- Dejar ser
Tratamos de que nuestra pareja se convierta en todo lo que nosotros somos. Queremos que sean educados, respetuosos y llenos de principios morales. El grave error es que peleamos por tratar de corregir lo que son y no entendemos que la gente no cambia. Si dejáramos de intentar que nuestra pareja sea un clon nuestro, los videojuegos, la toalla tirada y los hábitos alimenticios no serían problemas. ¡Qué felicidad!.
10- No contar los meses
Que belleza dejarnos de preocupar por la fecha en la que vivimos, por no tener tiempo para comprar regalos o por ser cada día más originales. Dejar de contar meses es la solución a todos nuestros problemas. Seríamos más alivianados y menos ridículos, suena muy ñoño eso de: “llevo 2 meses, 3 días y cuatro horas con mi gordito”. ¡Auxilio!.
(YANNINA THOMASSINY | MÁS POR MÁS)