Para algunas personas un semáforo en rojo puede resultar molesto, para los malabaristas urbanos es su fuente de ingreso
Seguramente te ha tocado ver a un malabarista en alguna avenida de la Ciudad de México, hay muchas versiones sobre su origen, una de ellas dice que los primeros indicios se dieron hace 4 mil años, en las tumbas egipcias de Ben Hassan, aunque existe poca evidencia escrita y testimonios.
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Una de los artistas más destacados de esa época fue Paul Cirquevalli, un joven de 26 años, para quien su paso como acróbata fue un tanto trágico, un día cuando presentaba un espectáculo cayó del trapecio y quedó imposibilitado para realizar ese show. Después del accidente, empezó a malabarear, dando a conocer un espectáculo con cuchillos, el cual se hizo mundialmente famoso, dando paso a lo que vemos hoy en los cruceros.
Malabaristas Urbanos
En las calles de la Ciudad de México, especificamente en el cruce de las avenidas Puente de Alvarado e Insurgentes, hay muchos artistas callejeros que viven de los malabares, uno de ellos es Daniel Torres, un joven de 29 años, experto en la manipulación del firestick, al cual también se le conoce como palo chino o bastón del diablo.
A continuación te contaremos las cosas que no sabías de estos artistas callejeros y que Daniel nos compartió.
1. No todos los que realizan este tipo de espectáculo viven en la calle
Daniel nos comentó que vive con sus padres y, que ellos no están muy contentos con este oficio, sin embargo lo apoyan en sus decisiones “Mis jefes quisieran que fuera profesionista como ellos y como mis hermanas, aunque no descarto la posibilidad de terminar la carrera de Gastronomía”, comentó.
2. No ganan más que tú
Contrario a lo que se piensa, un artista urbano no gana tan bien, a menos que se quede más de 10 horas haciendo malabares, además de que debe cambiarse de semáforo porque si no la gente se aburre y ya no da, otras de las desventajas de este oficio es que no cuentan con seguro social, lo que compensa un poco el hecho de que en ocasiones les llegue a ir bien.
3. El dinero que sale no es para la droga
La creencia de muchos es de que los chicos que trabajan en la calle usan el dinero que sacan para drogarse, lo cual no es tan cierto, ya que en el caso de Daniel, él lo usa como terapia para alejarse de los vicios en los que alguna vez estuvo metido.
4. Sufren de discriminación
La gente es abusiva con ellos, Daniel comenta que hay quienes le han aventado el carro, incluso en una ocasión un automovilista le aventó una colilla de cigarro a la gasolina que ocupa para encender sus palos chinos, lo que provocó un incendió bastante escandaloso.
5. La policía hace su agosto con ellos
Daniel nos cuenta que uno de los obstáculos más grandes para poder ejercer su oficio son los policías, ellos los quitan con el argumento de que están haciendo mal uso de vía pública: “Nos mandan a sacar un permiso para malabarista el cual no existe”, los oficiales supuestamente les hacen el paro cobrando lo de un día de salario mínimo y si no tienes, te llevan.
(Fotos: Dulce Ahumada/Pixabay/Cortesía)