No importa de qué estado de la República seas, el pozole es un platillo tradicional mexicano que a todos les encanta. Es el estelar de las fiestas más importantes en nuestra cultura, pero también se puede comer en un día cualquiera. A pesar de tener sus variaciones, prácticamente nadie puede negarse a su irresistible sabor.
La versión guerrerense
Este pozole es conocido por el peculiar sabor guerrerense que los dueños de este establecimiento le concedieron. Doña Licha trajo desde su tierra dos tipos de pozole que ofrece a los comensales: blanco y verde. Sin embargo, el verde se lleva el premio por el toque de pipián con hoja de aguacate que le otorga un sabor inigualable.
Casa Licha
Sur 69-A 513, col. Justo Sierra.
La versión diferente
Con 65 años de experiencia, Pozole Moctezuma no te va a decepcionar. El pozole de aquí tiene la sazón de Guerrero, sin embargo lo que lo distingue es el toque de huevo crudo o la cucharadita de mezcal que le puedes agregar, sólo si gustas, para resaltar y amarrar los sabores del platillo. Aquí puedes probar el pozole desde otra perspectiva, una guerrerense.
Pozole Moctezuma
Moctezuma 12, col. Centro.
La versión popular
A este local nunca le faltan comensales, pues todos sus visitantes anhelan probar el delicioso pozole. Lo mejor es que no se limita a éste, también cuenta con unas riquísimas flautas y tacos de cochinita que serán un gran incentivo para abrir el apetito. En pozole hay gran variedad: de pollo, maciza, surtida, cabeza y vegetariano, para que nadie se quede con las ganas.
La Casa de Toño
Floresta 77, Col. Clavería.
La versión generosa
Si eres adicto al pozole y lo único que buscas es comerlo sin fin, Los Amables es el lugar para ti. Lo especial de este lugar es que el pozole es de refill y el servicio que te ofrecen los anfitriones del local es excelente, de allí que se nombren Los Amables. Un extra que te ofrecen es un tequilita y taquitos dorados mientras esperas tu turno, ideal para tranquilizar el hambre.
Los Amables
Ciudad Universitaria 307, CU.