El impacto de la obra de Alfonso Reyes en la literatura castellana fue definitivo; él fue el maestro de un puñado de escritores sin los que no sería posible pensar la cultura hispanoamericana: Jorge Luis Borges, Octavio Paz, Carlos Fuentes y Sergio Pitol lo tomaron como punto de partida en la construcción de sus obras e imitaron su prosa en distintos niveles.
Cuando Alfonso Reyes volvió al país en el año de 1939, después de cubrir su labor diplomática, diseñó un lugar sagrado para vivir y resguardar su biblioteca. Sobre la calle Benjamín Hill, en la colonia Hipódromo Condesa, se encuentra la Capilla Alfonsina. El arquitecto Carlos Rousseau se encargó del proyecto. Se calcula que la biblioteca tiene un acervo de 176 mil libros.
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El lugar tiene dos niveles, un par de domos en el techo y siete habitaciones, además de albergar cuadros, fotografías y objetos que pertenecieron a Alfonso Reyes.
Escritores como Martín Luis Guzmán, Gabriela Mistral, José Vasconcelos, Carlos Fuentes y Octavio Paz son algunos de los amigos y escritores que lo visitaron en su casa. El intelectual español Enrique Díez-Canedo bautizó al lugar como “Capilla Alfonsina”. Hoy es el espacio obligatorio para los devotos de Reyes.
(Fotos: Roberto González)
Dónde: General Benjamín Hill 122, Cuauhtémoc, Hipódromo Condesa
Entrada libre.
