Güeros, la ópera prima de Alonso Ruizapalacios, tiene 12 nominaciones al Ariel. Este miércoles sabremos cuántos se lleva. Entre el público, unos la amaros y otros la odiaron, como nuestros debatientes:
Alan Acevedo
@aeleaene
Diseñador tapatío; conductor y colaborador de elhyp3.com. Dice que Güeros es la peor película que ha visto en mucho tiempo.
Sofía Téllez
@SofTellez
Filósofa de la UNAM; subtituladora de películas. Le gustó tanto Güeros que se la pasó llorando durante la función.
Esto fue lo que platicaron:
Alan: Güeros glorifica la huelga. El director expone sus razones por las que el movimiento era justo y correcto. No es imparcial. Y no me sorprende que sea tan bien vista fuera de México. La prensa AMA las revueltas estudiantiles.
Sofía: ¡Pero todo lo contrario! Hace un poco de mofa de los colegios de la Facultad de Filosofía, que se la pasaban valiendo verga. Nunca sentí que glorificara la huelga. Vaya, hasta en un punto hace hincapié en que la morra es sexualizada a mitad del mitin porque hay mucho baboso.
Alan: Ruizpalacios ha dicho a la prensa que “sí hay una celebración de la movilización”. La escena donde sexualizan a esta mujer creo que no es una crítica, sino a cómo algunas lacras ensucian la buena causa.
Sofía: No creo que sea responsable ser cínico respecto a un movimiento estudiantil que tal vez por momentos tuvo destellos de validez. Y tampoco está mal seguir invitando a NUESTROS jóvenes a sumarse a una protesta estudiantil.
Alan: Estoy absolutamente de acuerdo, oponerse a algo así es como de priista de los 70.
Sofía: Pero la trama es una excusa para viajar por la Ciudad de México. Fue una mamada ponerle como tagline lo de “ser joven y no ser revolucionario bla bla bla”, porque Güeros no va de una revolución.
Alan: La Ciudad de México es hermosa y Güeros se esfuerza en mostrar algunas de las zonas más destruídas, como negando las partes chingonas. Te muestran más el coche madreado y el departamento de Sombra que la biblioteca de la UNAM. Además, el gastadísimo recurso del blanco y negro… ¿neta?
Sofía: Yo no recuerdo otra película mexicana reciente que presente incluso las zonas más madreadas del DF de una forma tan chingona. Güeros es también una excusa para mamar a esta ciudad.
Alan: Quizá. Pero es como si Laura Bozzo estuviera presentándome Breaking Bad: igual y en el fondo es buena, pero no quiero descubrirla contigo, gracias. Hubo una parte donde casi me salgo del cine (y mira que nunca me he salido, ni en Transformers 4): cuando quieren romper la cuarta pared y dicen: “¡Puto cine mexicano! Agarran unos pinches pordioseros y filman en blanco y negro y dicen que ya están haciendo cine de arte…”.
Sofía: Yo creo que Güeros falla en muchas cosas y el realizador lo sabe. Por eso a mitad de la película hay un wei medio burlándose del guión. Muchos dicen que es un primer esfuerzo honesto y que ya veremos si las siguientes películas de Ruizpalacios se despegan del esfuerzo y se concretan en grandes obras.
Alan: Pues ojalá Ruizpalacios ya no haga otra película. A mí no me convence ni poquito su estilo visual. Y sé que hará otra película, porque ha sido ultrapremiado, pero Güeros me enseñó que no debo dejarme emocionar por otra película mexicana: si quiero que glorifiquen a una lacra, a un estudiante que no estudia y a un tipo que se roba la luz de la vecina, mejor prendo la tele o me asomo a la calle desde mi ventana.
Sofía: Volví a ver Güeros hoy. No sé, cada vez que la veo me divierte más. Prometo traer más argumentos que solo emoji.
(Tamara De Anda / @plaqueta)