Alejandro Almazán es escritor y periodista. Ha ganado el Premio Nacional de Periodismo y ha publicado los libros El más buscado, Chicas Kaláshnikov y otras crónicas, entre otros.
Estoy convencido de que los periodistas mexicanos son los Martín Luis Guzmán o las Nelly Campobello contemporáneos: son ellos quienes nos cuentan (sin pose y sin tufos de escritores consagrados) la guerra, la violencia, los muertos, los desaparecidos y la impunidad que tiene al país sumido en la fosa común.
Son los periodistas, como John Gibler, quienes van a la línea de fuego a ver al Frankenstein, pero también a cuidarse de los halconcillos, de los policías en la nómina del crimen, de los pistoleros que se creen inmortales y demás personajes del narcotráfico. Gibler publicó el libro periodístico del año: Una historia oral de la infamia. Habló semanas enteras con los normalistas sobrevivientes del 26 de septiembre de 2014 para contarnos, explicarnos, darnos pistas de lo que les ocurrió a los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Autobuses con droga, policías federales y militares en la escena ayudando a los narcos… En fin: la infamia que el gobierno no ha resuelto.
Una historia oral de la infamia
John Gibler, 2016
Editorial Grijalbo. Físico $159 / Digital $99