Un diestro en el arte de ilustrar. Alejandro Magallanes es diseñador gráfico, artista y escritor.
Guillermo Sheridan lo describe como un creador vertiginoso y aforado, el se define como un chilango clásico de 43 años pero inquieto.
Su más reciente trabajo es la exposición La Delgada Línea que Divide el Lado Derecho del Izquierdo, que presenta a partir del 18 de septiembre en la Galería MYL, enfocada a piezas únicas cuyo eje es la crítica a los mecanismos discursivos.
La muestra podría considerarse una celebración de los 25 años de su trayectoria. Basta remitirse a un vaso de cerveza del Festival Vive Latino 2013 o un volante del Festival de Documentales Ambulante de 2014 para sostener un poco de su creatividad.
La historia de Magallanes es tan impetuosa como su propia personalidad. Hijo de nayaritas, el que su padre fuese ingeniero le despertó la curiosidad por el dibujo.
Estudió Diseño Gráfico en la Escuela Nacional de Artes Plásticas porque siempre le atrajo la idea de mezclar palabras con imágenes. Sus primeros trabajos los hizo cuando aún era universitario, al crear el logo de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, lo que le abrió la puerta a la reproducción y exposición por la ciudad.
Una persona del mundo del cine nacional vio su trabajo y le ofreció colaborar con la Cineteca Nacional, así comenzó a adentrarse en el pequeño mundo del arte. Sus primeras publicaciones aparecieron en La Mosca, Letras Libres, El Chamuco y el diario Reforma.
Los Culpables, de Juan Villoro; Juárez Whiskey, de César Silva Márquez; además de seis reediciones de García Márquez son algunas de sus obras.
Claudio López de La Madrid plasma en una crónica publicada en El País el momento en que el Gabo supervisa con satisfacción los diseños del ilustrador. “El trabajo siempre es para los demás, el proceso es lo único que te quedas”, analiza Magallanes.
¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo? “Cuando se exhibe como arte, está muy padre estar fuera del lugar para estar justo en un lugar”.
Quienes lo conocen saben que se trata de un tipo afable y modesto que, sin embargo, ríe con la alegría de un niño que ha causado travesuras, como la que le hizo a Susane Alexander, quien tachó de espantoso uno de sus carteles.
Eran los inicios de los noventa, cuando la UAM le solicitó hacer el cartel del monólogo Voces Interiores. “Se me ocurrió una fotografía de una panza súper peluda, un ombligo, y le hice un dibujo con los pelos, pero una de las actrices de la compañía dijo que ella no iba a salir a actuar con ese cartel tan terrible”.
Magallanes relacionó el monólogo con vísceras y retortijones del estómago, pero a la actriz no le causó ninguna gracia e incluso advirtió que si el teatro no se llenaba sería culpa del ilustrador, hasta que los carteles comenzaron a ser robados y las funciones se abarrotaron.
Hoy en día, Magallanes piensa en “detenerse un poco, respirar, ver lo que sigue”, y seguir combinando el diseño gráfico con el mundo del arte.
Precisamente, la exposición que presenta mañana es un guiño a su faceta más artística; es la primera vez que se exhiben más de 200 obras suyas. De ellas, destaca una serie de libros soviéticos de economía y política que nunca fueron leídos.
“A nadie le interesaban, pero cuya estructura formal es increíble, pastas con tela, pasta dura, papeles muy bonitos, es el acto simbólico de sellarlos, sumergirlos en pintura y hacerles portadas”.
Exponer en la galería MYL también es una muestra del sentido del humor de Magallanes, es una crítica contra el ambiente del arte contemporáneo capitalino, al que califica como “un mundillo en el que hay una regla social de cómo te integras o no a él, la galería está en Tizapán, pero ¿debería estar en la Condesa o en la Roma, o en la San Miguel Chapultepec? ¿sería distinta? Son parte de los juegos que te van colocando”.
La Delgada Línea que Divide el Lado Derecho del Izquierdo
Del 18 de septiembre al 10 de noviembre.
MYL Arte Contemporáneo (Durango 75, Colonia Progreso, Tizapán; 5668 2244)
Entrada Libre