Es fundamental mantenerse informado a través de canales oficiales del Gobierno Federal y dirigirse a refugios en caso de estar en zona de peligro
Ante la escalada del huracán Lidia a categoría 4, las autoridades han emitido recomendaciones cruciales para salvaguardar la vida de la población afectada.
Con vientos máximos sostenidos de 220 km/h, el huracán se ubica a 130 km al suroeste de Cabo Corrientes y a 175 km al suroeste de Puerto Vallarta, Jalisco, moviéndose al este-noreste a 26 km/h, según informa la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Las medidas de precaución incluyen mantener la calma y transmitir tranquilidad a la familia. Es fundamental mantenerse informado a través de canales oficiales como la página preparados.gob.mx y la cuenta de Facebook de la Coordinación Nacional de Protección Civil. Se aconseja a la población estar atenta a la radio de pilas para recibir actualizaciones e instrucciones de las autoridades sobre el ciclón.
Se insta a la población a refugiarse en lugares seguros y, en caso de vivir en zonas de riesgo, dirigirse a refugios habilitados. No se debe salir hasta recibir el aviso de las autoridades de que el peligro ha pasado y es seguro regresar a casa. Evitar zonas propensas a inundaciones, como afluentes y pasos de agua, es esencial.
Se subraya la importancia de tener documentos esenciales y números de emergencia a la mano, recordando que el número de emergencia 911 está disponible en todo el país. Se aconseja preparar una mochila de emergencia con suministros esenciales.
En el contexto de la situación actual, es crucial alejarse de ventanas y estructuras peligrosas, además de reportar cualquier accidente a las autoridades. La atención a niños, personas mayores y enfermos es prioritaria en este momento crítico.
Las autoridades federales y locales están en máxima alerta para proporcionar asistencia oportuna a la población. Se mantiene una zona de prevención desde Manzanillo, Colima, hasta el Roblito, Nayarit, incluyendo las Islas Marías, Nay., y otra por tormenta tropical desde el Roblito, Nay., hasta Mazatlán, Sinaloa, y desde Manzanillo, Col., hasta Punta San Telmo, Michoacán.
Estas áreas enfrentarán desafíos como visibilidad reducida, deslaves, encharcamientos e inundaciones, así como un aumento en los niveles de ríos y arroyos. La cooperación de la población es crucial para enfrentar estos riesgos y minimizar el impacto del huracán Lidia.
