El Dr. Romanok, además de ser fundador de Risaterapia en México, es uno de los más reconocido de nuestro país
Andrés es un defeño que siempre tuvo la inquietud de ser payaso, por lo que decidió viajar a Estados Unidos para estudiar esa inusual vocación.
Fue en el año de 1996 cuando se graduó en la Universidad de Payasos del Circo Ringling Brothers and Barnum and Baileys, donde posteriormente colaboró. Los payasos del circo realizaban, eventualmente, visitas a hospitales, pero hubo uno en Carolina del Norte que marcó y le dio un giro a su vida.
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“En ese hospital conocí a una niña de aproximadamente ocho años, en ese momento no sabía qué enfermedad tenía, comencé a platicar con ella y me preguntó: ‘¿Quién eres?, ¿qué haces aquí?’ y contesté: ‘Soy el nuevo dueño del hospital y vengo a mostrar a los doctores el nuevo uniforme, que tendrán que vestir a partir de mañana’. Voltea a su alrededor y al imaginar a los doctores vestidos de esa manera, comenzó a reírse”.
Los padres de la niña comenzaron a llorar y la madre exclamó: “¡Es un milagro!”, a lo que la niña respondió, “no, no es un milagro, mamá, es un payaso”. Andrés comenta que la reacción de la madre fue porque la chiquita tuvo un accidente donde sufrió múltiples quemaduras y después de eso, no había vuelto a hablar con nadie, hasta que llegó él.
Gracias a eso decidió venir a México a buscar personas que se quisieran poner el corazón en la nariz, buscó pedagogos y psicólogos para informarse acerca de cómo aplicar el método de la terapia con risa, y así nació Risaterapia A.C.
Otra de sus inspiraciones fue Hunter Doherty “Patch” Adams, conocido como el doctor de la Risaterapia, un médico estadounidense, activista social, diplomático y escritor.
En 1963, la madre de Patch lo llevó a un hospital psiquiátrico por haber tratado de suicidarse. Tras permanecer un periodo en el hospital, decidió que era necesario “hacer una revolución”, pero no con violencia y muerte, sino compartiendo y difundiendo la alegría y el amor.
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La filosofía de “Patch” Adams ha sido adoptada en varias partes del mundo, por lo que hay médicos de la risa en países como Argentina, Perú, Brasil, España, Holanda y, por supuesto, México, en donde se encuentra Risaterapia.
Esta actividad le ha dado sentido a la vida de Andrés, ya que, comenta, tanto ver reír o morir a un niño hace que aprecie la vida de otra manera. “Nuestra labor no es remunerada, pero todos los voluntarios nos sentimos más que recompensados y con ganas de llegar a más hospitales, asilos, albergues y orfanatos”.
Ser médico de la risa le ha dado la oportunidad de viajar a países como Kenia, donde le tocó la época de guerra, por lo que fue a visitar una zona que acababa de ser bombardeada, la gente estaba muy herida emocionalmente, pero aun así pudo contagiarle felicidad.
Otros de los países que visitó fue Ecuador, después del terremoto, donde la gente estaba viviendo entre escombros y afectada emocionalmente.
Gracias a eso aprendió a valorar todo lo que hay en nuestro país y asegura que las personas que se responsabilizan por su estado de ánimo tienden a responder positivamente a cualquier circunstancia.
(Fotos: Risaterapia)
