Animé escénico

Un intento de abuso sexual orilló a Usha Vishwakarma a organizar un peculiar grupo de autodefensa en la India: mujeres de entre 12 y 19 años que, desde 2010, se defienden de cualquier agresión a través del entrenamiento en la técnica del kung fu. Usha es la maestra fundadora de la Red Brigade Lucknow que hoy ya alcanza a más de ocho mil mujeres. Este hecho es fuente de inspiración para la obra Brigada Roja , de Hiram Molina, donde se cuenta la historia de cuatro jóvenes guerreras que, en un Japón imperial, emprenden un camino de venganza contra Kurama Tengu, “señor sanguinario”, quien junto con su ejército ha asesinado y violentado a cientos de familias y mujeres. Las cuatro jóvenes vivieron en carne propia su crueldad y, tras un entrenamiento con su maestro Bruce, deben decidir si seguir o no el camino de la violencia. Con una estética anime y musicalización en vivo, esta obra toca un tema muy latente en la sociedad actual: la violencia de género. ¿Es la venganza el camino?, ¿cuál es la forma de terminar un problema que aqueja desde hace siglos a las mujeres? Brigada Roja es un hecho de inspiración, pero también de reflexión: en un plano ideal, ninguna mujer tendría que aprender a defenderse; la realidad, sabemos, es diferente. Dirigida por Anabel Domínguez, esta obra forma parte del ciclo Hecho en México, representando al estado de Tlaxcala.

La propuesta es interesante y arriesgada al intentar plasmar en un escenario una estética tan peculiar como es el anime y la manga japonesa. Un objetivo que consigue en ciertos momentos, pero que en otros fracasa al tener inconsistencias en la ejecución actoral (principalmente en coreografías y combate escénico). Inconsistencias que tampoco demeritan todo el trabajo artístico y la posibilidad de mirar un tema tan actual desde otra perspectiva.