¿A qué sitios de la ciudad regresas siempre después de una gira?
Me gusta ir al Ángel de la Independencia, a la Basílica de Guadalupe y a Tepito, porque ahí se compra de todo. Voy al Borrego Viudo y el Parque Hundido es un sitio que me gusta mucho.
¿Qué cosas son las que más disfrutas de vivir en la Ciudad de México?
Se disfruta la nostalgia más que el presente, se disfruta el pasado porque se huele el pasado, puedo sentir y extraño lo que fue el Fiesta Palace de Paseo de la Reforma, extraño Coyoacán y la del Valle.
¿Repetirías alguna época de tu vida?
Mi niñez. El futbol americano; mis visitas al Lago de Chapultepec y a Cachirulo en el Hotel de México, ahora World Trade Center; las épocas del CUM (Centro Universitario México). Tengo una gran añoranza por mi niñez. El presente está súper poco interesante en la Ciudad de México.
¿Setentas y ochentas?
Sí. Napoléon, Yuri, José José, Roberto Carlos, Diego Verdaguer, la Sonora Santanera, Rigo Tovar, Timbiriche, Parchis, Kiss. La WFM y Alejandro González Iñárritu cuando fue locutor. Extraño esas décadas porque se logró muy buena radio. El recuerdo de mi abuela y las películas de Pedro Infante, Siempre en Domingo y la inocencia de México que tanto se ha perdido.
¿Cómo defines lo que Cristian Castro significa para la Ciudad de México?
Sólo canciones. Yo soy una canción y es lo único que quiero ser, es lo único que quiero que ustedes vean de mí. No me interesa nada acerca de mi personalidad, de mi manera de ser o no ser; no me interesa si soy buena o mala persona. Me interesa ser buen cantante, quiero ser un poema, una canción.
¿Hay alguna canción que sea tu lema de vida?
Hay muchísimas canciones que marcan mi existir, pero una que reúne lo que ahora estoy diciendo es “Cómo ser diferente”, de José José, esa canción es una revolución que habla de todo eso que somos los cantantes. De mis propias canciones me proyecto en casi todas, pero “Yo quería”, del álbum Azul, es una de las que más he vivido.
¿Qué hay del lado rockero?
Ahora estoy planeando poner todos mis triunfos en este disco romántico que presento en el Pepsi Center.
¿Ya no piensas apostar por el triunfo con La Esfinge, las cosas resultaron tal cual te las imaginabas?
Es mejor de lo que me esperaba, el rock se mueve de otra manera y La Esfinge, por ahora, no espera más que “hacer lobby”. Ese disco es un disco que está para quedarse en el pasillo y quizá el que viene también. Las bandas rockeras y el ambiente alternativo casi siempre explotan después del tercer o cuarto disco. No esperamos nada con El cantar de la muerte; apenas empieza un camino para encontrar su personalidad.
¿Qué disfrutas del arte, la música, y en general de lo que sucede en las disciplinas artísticas en México?
El presente musical no es tan fecundo como en otras décadas. En el arte tenemos a los cineastas ganando premios: Iñárritu, Cuarón, Araú, Del Toro. Los mexicanos estamos apoderados de un buen presente, pero no lo estamos disfrutando, ¿por qué no lo estamos disfrutando?, ¿por qué no estamos tan orgullosos de nosotros?, ¿por qué tanto repudio contra el gobierno? No nos estamos organizando bien. Se extraña mucho el respeto por el presidente, por el prójimo, el respeto por el compatriota.
7 de febrero, 20 hrs.
Pepsi Center WTC.
Dakota S/N, Nápoles.
De 700 a 1500 pesos.
(Aretha Romero)