En algún lado leí que solo a los no-neoyorquinos se les perdonaba no conocer a Anthony Parasole.
Pero eso fue a inicios de esta década, cuando todavía estaba por extenderse su fama como uno de los personajes fundamentales de las escenas deep house y techno de la gran manzana. De hecho, su biografía suele citar el 2012 como el año de su despegue formal. Fue cuando apareció en el radar de montones de seguidores de la electrónica gracias a la inclusión de su track “Tyson” en el mix de Levon Vincent para la serie Fabric. Y fue también el año en que lanzó su sello The Corner, cuyo arranque fue inmejorable: el EP Tri-State, de DJ Qu y Nor’easter, que agotó pronto sus copias y se volvió pieza de culto.
Al año siguiente, con un breve pero contundente catálogo —con sencillos como BQE, de Fred P.; No Sympathy, de Tom Dicicco, o Quickstrike 01, del mismo Parasole—, The Corner tuvo apariciones numerosas en listas con lo mejor del 2013 y la plataforma Resident Advisor lo incluyó entre los mejores sellos del año. El nombre de Parasole ya se había convertido en garantía de techno serio, duro, profundo, y pronto el club berlinés
Berghain lo fichó como dj residente y la agencia Ostgut —nombrada a partir del club que precedió al Berghain— lo incluyó en su roster. En varias entrevistas puede verse que Parasole se ha convertido en un experto en leer audiencias para saber qué tan energética o tan oscura debe ponerse su selección, o en qué momento debe cambiar el rumbo para dirigirse a otros rumbos.
Parasole es un magnífico dj y productor que antes que ser encasillado en techno o en house, prefiere ver sus sets de manera plástica, como si estuviera creando una pintura a lo largo de la noche. Y bastará escucharlo en acción para saber a qué se refiere. Esa oportunidad tendremos este sábado 15, cuando visite la ciudad por primera vez para tocar en Yu Yu (Versalles 94, Col. Juárez). ¿Suenan demasiado fanáticas todas estas líneas? Sugiero que en cuanto puedan busquen y escuchen los materiales que mencioné líneas arriba. Creo que pronto podríamos estar compartiendo el entusiasmo.