Comienza La Semana del Arte en la capital y Salón ACME es uno de sus múltiples protagonistas
Por Gabriela Mosqueda*
Desde hace al menos una década, cada febrero la Ciudad de México se convierte en la anfitriona de uno de los momentos artísticos más relevantes de la región: La Semana del Arte (Artweek, les gusta decir a algunos).
Ésta involucra en apenas unos pocos días a una cantidad inmensa de artistas, galerías, coleccionistas, curadorxs, visitantes y exposiciones, y en los últimos tres años no sólo el evento sino la ciudad en sí misma se han vuelto protagonistas indudables en el escenario artístico del mundo.
La CDMX ha concentrado desde siempre el mayor número de instituciones culturales, de proyectos y agentes artísticos del país, pero esta burbuja interna parece haber estallado con una velocidad poco previsible entre tantas cosas inesperadas que sucedieron durante los años de pandemia: la flexibilidad (o subestimación) de las restricciones del COVID-19 atrajeron a nuestro país a una cantidad considerable de extranjerxs que descubrieron en la capital un entorno vibrante lleno de arte y un amplio entramado de galerías y espacios de exposición con carácter propio que no se encuentra en ningún otro sitio. Casi parece que sólo se necesitaba que los ojos externos vieran lo que sucedía aquí para que nos reconociera todo el mundo.
Salón ACME
Para que una escena del arte exista y madure como lo ha hecho la de la Ciudad de México, se tienen que sumar varios factores; es un ecosistem y parte de él es, sin duda, Salón ACME, nacido como una iniciativa de artistas para artistas (como los viejos salones de los siglos XVIII y XIX) pero ampliado y modernizado para ser una de las más valiosas plataformas del arte emergente en nuestro país.
Este año, Salón ACME celebra once ediciones y estrena nueva dirección bajo el mando de Ana Castella quien previamente fue curadora de la sección de Proyectos Invitados de la feria. “¿Cómo vemos este momento del arte en México?
Pues muy bien, obviamente, nos gusta, nos sorprende; pero también nos sentimos muy listos para tener ese auge de públicos y creo que hay muchos factores que han llevado a posicionar a la Ciudad de México como un referente en el panorama de arte contemporáneo a nivel internacional porque la locación geográfica de México es muy única y muy favorable a nivel global […] y no sólo que compita, sino que tiene una identidad propia que se empieza a reconocer y creo que el mercado europeo lo ha visto desde un poco antes pero ahora ya con los vecinos inmediatos, y también estamos hablando de Latinoamérica, que somos un punto de reunión para todo el continente”, señala Castella.
ACME en la escena mexicana
“El papel de ACME ha sido hablarle a una generación de artistas, curadores y coleccionistas emergentes y creo que esa es una labor a la que ninguna feria había podido responder; como que su target, su enfoque, había sido gente más educada, con medios, que no le teme al arte porque ya viene con cierta tradición como coleccionista o como curadora, pero lo que ha hecho ACME es volver el arte accesible, divertido, y darle esta entrada a artistas que de otra manera estaría muy difícil que entren a las galerías o a las ferias ya consolidadas.
Ahí no sólo es un papel sino una responsabilidad que vemos muy noble, muy abierta, muy democrática, muy fresca y que fomenta estas nuevas generaciones”, ahonda Castella. El núcleo original de Salón ACME (la convocatoria abierta) recibe una enorme cantidad de solicitudes cada año y quienes resultan seleccionadxs conforman la exposición principal de la feria.
Este año, bajo la nueva dirección de Castella, habrá una atención especial a los visitantes: “que tengan un acceso rápido amable, fluido e informado y no estoy hablando sólo del boletaje o de invitados especiales, sino también del acceso a la información de las piezas.
La idea es hacer un trabajo de mediación muy cuidado para comunicar las piezas, para que la gente se emocione con ellas y entienda el valor de que si tuvimos 1,200 aplicantes y llegamos a 82, es que sí hay un proceso y mucha selección. Por último, también alinear el aspecto que diferencia a Salón ACME, que es el de ser un lugar donde la experiencia cuenta mucho: la hospitalidad, el factor de pasarla bien, gozar y comer algo rico y quedarte a la fiesta, que es importante en su identidad.”
*Texto adaptado para + Chilango