La exposición de Anish Kapoor en el MUAC es una oportunidad de ver el desfile de las diferentes especies de chilangos que asisten a los museos. Hasta los fans de Yayoi Kusama salieron de sus escondites para formar filas kilométricas en esta expo del artista angloindio
El obligado
Es el adolescente al que mandó el maestro, que va de mala gana y que nomás toma fotos de los textos (¡antes tenía que copiarlos!).
La horda de niños
Llegan en manada, directo de la escuela. Van en plan de echar desmadre, sienten que el museo es la Feria de Chapultepec.
La primera cita
Alguien lleva a la persona que se está ligando para impresionarla con comentarios sesudos. Es un desastre esperando ocurrir.
El selfiefest
El mejor recuerdito de la exposición es la foto de uno mismo reflejado en una pieza, ¡y en la de Kapoor hay muchos espejitos!
El snob
Se enoja por las largas filas. Dice que “esa gente no aprecia el arte de Kapoor”, a quién él conoce hace años. (Spoiler alert: él tampoco entiende.)
El pacheco
Se queda absorto ante cada pieza y emite un sonoro y honesto “GOOOOOOAAAAAAOOOOO”. Todos quisiéramos pasarla así de bien.
El viajado
No importa qué exposición sea: esta persona ya la vio en Nueva York, París, Hong Kong. “Goooeei, en Los Ángeles había una pieza que acá no trajeron”.
El normalito
Libre de pretenciones y poses, va porque le dijeron que estaba muy chida la exposición. Dice lo que realmente pensó y luego va por un helado.