El gimnasio Miguel Ángel Ratón González durante muchos años fue un tiradero de basura, pero gracias al esfuerzo de su fundador se ha convertido en un semillero de campeones del boxeo.
Este lugar al aire libre tiene una larga historia. Miguel Ángel Ratón González, padre del campeón Johnny González, es un exboxeador de carrera discreta que decidió entrenar a su hijo después de que éste regresó golpeado de la escuela.
En abril de 1988, con un costal sujeto a una cadena y sin una lona que los cubriera del sol, el Ratón empezó a impartir sus clases en el camellón que se ubica en la avenida Eduardo Molina, delegación Gustavo A. Madero, donde se encontraba un tiradero de basura.
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En un principio los comerciantes de la zona ayudaban con algunos materiales para poder entrenar como una pera o un costal. Incluso, utilizaban como vestidor y baño un centro comercial que se encontraba en los alrededores. “Aunque ya estábamos acostumbrados a trabajar así, con lluvia, aire y ruido”, recuerda el Ratón.
Con el tiempo las clases se empezaron a popularizar y con ello creció el interés de los jóvenes por practicar aquella disciplina. Nombres como los de Edgar Sosa, Jhonny González y el “Ceviche“Ibarra, jóvenes que salieron de los alredores del gimnasio, se colocaron dentro de los 132 boxeadores mexicanos que ostentan un campeonato mundial reconocido, según datos del portal boxeo.about.com.
Fue tanto su crecimiento que el 6 de mayo de 2011 se inauguraron las nuevas instalaciones del Gimnasio Miguel Ángel Ratón González, el cual ya cuenta con ring y aparatos de ejercicios, aunque a pesar de los arreglos, el lugar no pierde su sencillez.
Además, otros campeones que se han formado con el Ratón son Ana María Torres, Mariana la Barbie Juárez y José Luis Soto. “Salieron muchas personas de aquí y yo fui quien los hizo campeones”, comentó Miguel Ángel González.