Últimamente me sugieren mucho que vaya a restaurantes especializados en carne: los llamados steakhouses.
Me recomendaron mucho el Beef Bar de el Hotel Camino Real, en la Anzures. La recomendación obviamente venía de la mano de “tienen una hamburguesa excepcional”. Casi sin mirar el menú, me fui por la Beef Bar Black Burger. Me enamoraron inmediatamente sus 200 gramos de carne black angus, que es la especialidad del lugar. Todo el chiste es que, además de que tienen una variedad increíble y de muy alta calidad de cortes, tienen unos hornos propios y únicos que cocinan la carne de una manera muy especial. Así, llegó la hamburguesa a mis manos y, para empezar, es black porque efectivamente el bollo es negro; no quemado, pero sí color negro, lo cual medio saca de onda, pero al probarla, se puede constatar que tiene un sabor muy bueno y especial. La carne bien, pero no lo que esperaba de todo. Estaba medio suave. Viene con deliciosa cebolla caramelizada, queso roquefort, lechuga y tomate. La verdad esperaba mucho más. Aunque apantalla, la primera mordida deja deseando mucho más, faltó como cochinada. Quizá ese es el problema con los steakhouses de señor. En su afán de hacer algo muy fancy, se deja a un lado la mugre que debe tener una hamburguesa. La cosa es que no está mal. Existe en el menú otra versión llamada la Beef Bar White Burger, que es un poco más pequeña y, supongo, con el bollo normal blanco. Tendré que regresar a hacerle los honores a esa.
Puede ser que no esté de acuerdo conmigo. Para eso, sus comentarios o sugerencias siempre son bienvenidos en en el blog burguerman.blogspot.com y en el Facebook.
