El escritor argentino Jorge Luis Borges amaba la ciudad de Ginebra, Suiza, y por eso pasó los últimos días de su vida en aquellas latitudes, donde murió el 14 de junio de 1986, a causa de un cáncer hepático.
Aquí las razones que unían a Borges con la ciudad helvética, según dijo en entrevista su viuda, María Kodama, a 30 años del fallecimiento del escritor:
–El escritor argentino consideraba que Ginebra y Suiza eran como un faro que el mundo debía seguir, pues veía reflejadas en la capital de aquel país “la sabiduría y el respeto”.
–Borges llegó en 1914 a Suiza, junto con su familia para atender la ceguera progresiva de su padre.
–Ahí vivió durante la Primera Guerra Mundial. Vio el trato que daban a los refugiados y quedó muy impresionado.
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–En Ginebra creció, fue muy feliz e hizo grandes amigos.
–En aquella ciudad, además, estudió francés y alemán, idiomas que el permitieron ampliar sus lecturas y descubrir a filósofos como Schopenhauer y Nietzsche.
–Su último libro de poemas titulado Los Conjurados está dedicado a esa ciudad.
–Sus restos se encuentran en el Cementerio de Plainpalais, de Ginebra.
Este 14 de junio de 2016, la Fundación Martin Bodmer organizó un homenaje para el autor de libros como El Aleph e Historia universal de la infamia.
