La calle del Centro donde venden muebles

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Parece increíble que en una sóla calle vendan todo tipo de muebles, desde sillas hasta recámaras completas, ¡pero sí existe!

Caminar por el Centro Histórico significa tener contacto con edificios hermosos, museos, sitios emblemáticos y… sí, con miles de productos a la venta que, en su mayoría, están divididos en distintas calles.

Así encontramos la calle de las mercerías, las bicicletas, las telas, la de los cosméticos y ahora la de los muebles, la cual está a una cuadra del Mercado de la Lagunilla. Para llegar aquí en transporte público sólo hay que bajarse en Metro Garibaldi/Lagunilla y caminar dos cuadras hasta llegar a la calle de Comonfort.

Ahí hay todo tipo de muebles y para cualquier gusto. Este recorrido comienza en la esquina de República de Ecuador y Comonfort. Las primeras tiendas tienen una gran variedad de muebles, pero en su mayoría son salas. Algunas son bastante tradicionales mientras que otras tienen diseños únicos. Entre todas, hay una tienda bastante especial llamada Le Mar, a diferencia de las otras, aquí se venden muebles de ratán y pino.

Siguiendo por la misma calle aparecen los comedores, las cocinas integrales, camas, las mesas pequeñas y las cunas. De hecho, hay locales que además de vender muebles para bebés tienen artículos como ropa, juguetes y cosas para decorar el cuarto de los pequeños.

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Justo en la esquina comienzan a aparecer la sillas, muuuchas sillas que son ideales para cualquier tipo de negocio. Tienen distintos colores y tamaños y se ofertan a precios de mayoreo y menudeo.

En este punto es recomendable desviarse hacia la calle de Plaza Comonfort (que no es la misma que la anterior). Aquí los locales venden sillas, cocinas integrales y muebles infantiles, que incluyen pequeños sillones.

Pero lo que realmente sorprende de esta calle es el Mercado de los muebles, aunque tiene mucho más que eso, pues se venden desde cuadros, adornos para las casas, bolsas, literas, roperos, lámparas, alacenas, en fin, de todo. Incluso venden los cajones que usan los boleros y réplicas en miniatura que son usados como alhajeros.

La mayoría de los muebles son elaborados por los mismos locatarios y tienen diseños -casi- únicos.

(Fotos: Karla Almaraz y cortesía)