Con la noticia de la visita del Papa a México en febrero de 2016, Miguel Ángel Mancera anunció que instalarán una reproducción de la Capilla Sixtina en el Zócalo. La ocurrencia es absurda por dos razones (sin tomar en cuenta el despilfarro de recursos). Una: ¿qué viajero quiere ver la copia chafa de algo que existe en el país donde vive? Es como si a Mancera le construyeran una mini Catedral Metropolitana en su próxima visita de Estado y lo alimentaran de puros tacos al pastor. Dos: en la colonia Moctezuma ya existe una versión chilanga de la Capilla Sixtina, hecha por puro amor, no para quedar bien con alguien.
El autor de esta alocada empresa es Miguel Francisco Macías, un septuagenario que lleva lo que va del milenio pintando una reproducción de la obra de Miguel Ángel en la bóveda de la parroquia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, a unas cuadras del Metro Moctezuma. La idea la tuvo cuando fue al Vaticano y visitó la Capilla Sixtina, y “a ojo de buen cubero” notó que las dimensiones de la construcción eran muy similares a las de la iglesia de su barrio. Regresó a comprobar que sí, que la diferencia era de unos cuantos centímetros.
Como no tiene los andamios ni la edad ni el tiempo ni mucho menos el dinero para pintar directamente en el techo, va haciendo fragmento por fragmento, sobre tela, en un taller vecino, instalado improvisadamente en la casa del párroco. Cada vez que una pieza del rompecabezas está lista, la coloca en las alturas de la nave, como si fuera papel tapiz.
Los recursos los obtiene de donaciones de feligreses: no recibe dinero de la Iglesia ni del Estado. ¿Se imaginan el honor que sería para Miguel Francisco que el Papa viera su obra? Y seguro a Francisco le fascinaría el tour. Además, así más gente conocería este proyecto y habría más lana para terminarlo, porque todavía le falta más de una tercera parte. Es el plan perfecto, Mancera. Parroquia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro Aviación esq. Alfonso Ceballos, Moctezuma 1ra Sección.