El Centro Histórico de la ciudad encierra un sinfín de lugares para comer o beber, pero si de churros se trata, El Moro es el lugar por excelencia.
El Moro fue fundado en 1935 por Francisco Iriarte, de origen español, y continúa en manos de la misma familia. Muestra sus raíces en la talavera que adorna sus paredes. En principio este clásico defeño era una panadería que se convirtió en una pequeña churrería. Hoy, ir con la familia o amigos ya se ha vuelto una tradición que ha pasado de generación en generación.
El menú ofrece malteadas, café con leche, chocolate (francés, español o mexicano) dulce o amargo y, por supuesto, churros. Se puede escoger entre los típicos de azúcar, de cajeta o con un toque de canela. Las raciones son de cuatro, perfectas para compartir y probar de varios o darse una sobredosis golosa.
Es un antojo que difícilmente se puede evitar al pasar frente a la churrería y mirar por la vitrina el arte del señor churrero preparando este delicioso postre, y al percibir el aroma del chocolate caliente. Se pueden comer ahí mismo o comprar para llevar a la casa. Y tiene una gran ventaja: su servicio de 24 horas te dejará cumplir tu antojo en cualquier momento.
Churrería El Moro
Eje central Lázaro Cárdenas 42, Col. Centro, Del. Cuauhtémoc.
5512 0896
De lunes a sábado, abierto las 24 horas.
$2 un churro y hasta $25 por un paquete (incluye 1 especial y 4 churros).
(