Detrás de su aspecto estrafalario y su timidez ante una entrevista, está uno de los nuevos y grandes talentos del cine de este país. Apenas tiene 25 años pero ha logrado mucho más que varios de sus colegas. Se llama Betzabé García, es originaria de Mazatlán, Sinaloa, y estudiante del CUEC.
El estigma y estereotipo que pesa sobre los sinaloenses ella lo aprovecha de forma muy distinta, cuenta historias poco investigadas y conocidas por el resto del país. Va más allá de la narcocultura.
“Mi urgencia por contar historias sobre Sinaloa se debe a que soy de ahí, mis papás son de la Sierra, de Mocorito, yo tenía nostalgia por contar historias que me recordaran un poco a mi infancia”.
Su documental Los Reyes del Pueblo que no Existe ha recorrido el mundo y fue premiado en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).
Mazatlán significa ‘tierra de venados’ y su productora se llama Venado Films. Sus padres son dueños de una fábrica de reciclaje de plásticos y si algo extraña de su tierra son los mariscos.
Betzabé se describe a sí misma como una chica muy terca. Se hizo cineasta luego de probar suerte como actriz en una escuela de teatro. “Comencé a grabar videos chiquitos sobre las obras que montábamos”.
Al DF llegó sola, con 19 años, entró a la escuela de cine de la UNAM al primer intento, ahí conoció a Diego Tenorio, su pareja y quien sería el cinefotógrafo de su obra.
En paralelo, Betzabé se enteró de lo acontecido en San Marcos, uno de los pueblos de Sinaloa afectado por la construcción de la Presa Picachos.
“El pueblo que daban ya por desaparecido todavía teía una tortillería que vendía todos los días, fue impresionante porque todavía sigue trabajando aun esas condiciones”.
Ambos jóvenes se mudaron al pueblo por 5 años, tiempo que combinaban con sus estudios en el CUEC. “Los primeros cuatro años los pagamos entre el fotógrafo y yo, y ya después ganamos una beca del estado, otra del FONCA y una de Ambulante”.
Pese a todo, Betzabé no niega que Sinaloa es un estado marcado por la violencia y que el rodaje implicó riesgos.
“Están viviendo en un estado de guerra, pero no es que hablen de la violencia todo el tiempo, en primer plano; de hecho lo evitan todo el tiempo, escuchas balazos y ellos dicen ‘no, son cohetes,’ escuchas camionetas a lo lejos, como una calma latente en la que sientes que te están viendo, pero no sabes de dónde ni quiénes son”.
Admiradora de Amat Escalante, Carlos Reygadas, María Novaro y Natalia Almada, la joven sinaloense niega que ser mujer sea un obstáculo en la industria cinematográfica mexicana, dominada en su mayoría por hombres. “Mi mamá es una matriarca, ella levantó su empresa sola, siempre tuve el ideal de una mujer muy fuerte”.
Justamente su próximo documental va sobre eso, la identidad de género con el toque sinaloense. Se trata de #Mickey, la historia de Mickey Cundapí Bustamante a través de una “selfie-movie”.
“Estudiamos en una escuela muy muy conservadora y él desde los 11 años se comenzó a vestir de mujer, iba a la escuela vestida de chica, con orejas de gatito y maquillaje, escandalizando a los maestros, y subía sus videos a internet: su vida está contada a través de las redes sociales; tiene 21 años”.
Mientras tanto, trabaja en el guión de su tesis, que será su primer largometraje de ficción. Una película que imagina cuadro por cuadro.
Los Reyes del Pueblo que no Existe está en cartelera esta semana en Cinépolis, como parte de los mejor del FICM, y aquí puedes ver el cortometraje que lo inició todo: Venecia, Sinaloa.