Luego de 10 días de emocionantes encuentros, la Copa Confederaciones llegó a su fin. Alemania se proclamó campeón luego de vencer 1-0 a Chile en una final no apta para cardiacos. Esta competición es considerada por muchos fanáticos del futbol como un ensayo del Mundial, que se jugará en Rusia a partir del 14 de junio del próximo año.
En el estadio Krestovskyi, en San Petersburgo, justo antes de que iniciara la final, se llevó a cabo una fiesta llena de colores y alegría, en la que los organizadores dieron las gracias a las selecciones invitadas, pero sobre todo a los fanáticos, quienes hicieron del torneo un evento inolvidable.
Decenas de artistas rusos saltaron a la cancha del estadio para llevar a cabo coreografías que hicieron un homenaje a la historia del país local y a cada una de las naciones que han ganado este evento, entre ellas, México. Para representar a nuestro país y su triunfo ante Brasil en 1999, los bailarines portaron en su ropa los colores de la bandera nacional, además de rodearse con objetos como nopales, árboles y un sombrero gigante, mientras bailaban “La cucaracha”. Brasil, Francia, Argentina y Dinamarca también fueron homenajeados con bailes, música y trajes típicos.
El evento contó con la presencia del exfutbolista brasileño y campeón del mundo, Ronaldo Nazario, quien fue el encargado de portar y colocar en el centro del escenario el trofeo dorado que más tarde levantarían los alemanes.
Esta emotiva y colorida clausura no significó un adiós, sino un hasta luego, pues solo fue una pequeña muestra de lo que vendrá para la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018.
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