En 1938, el suizo Denis de Rougemont publicó un ensayo titulado Amor y occidente en el que un análisis del mito de Tristán e Iseo le sirve para decir, entre otras cosas, lo siguiente: que la pasión significa sufrimiento y que nuestra nación de amor está intrínsecamente vinculada con el gusto por la guerra.
Y es que, aunque entre la mayoría todavía sobrevive la idea de que el amor debe ser fácil y siempre rosa, en realidad no es así. El amor es sucio y difícil. Al principio, durante la conquista (una palabra que, ya de por sí, dice mucho), todo es una ‘trampa’: el maquillaje, el perfume, los modales… Después, con el tiempo, empieza lo difícil: aceptar y ser aceptado con virtudes y defectos.
Todo esto viene a cuento para hablar sobre Un vaso de cólera, novela del escritor brasileño Raduan Nassar que la editorial Sexto Piso acaba de poner en circulación en las librerías de nuestro país. En ella, a lo largo de dos días, se muestra la vida de una pareja enfrascada en una pelea constante. Entre ambos, las inseguridades y la constante lucha por imponer un orden ya son cosa cotidiana. Se trata de dos seres entre los que hay amor y deseo, pero que también han sido desfigurados por el coraje y el resentimiento.
La memoria es un elemento constante que afila los juicios y produce argumentos hirientes. En competencia constante, ambos están sumidos en una espiral infinita de la que ninguno parece capaz de poder escapar. A pesar de que su lectura podría parecer complicada (el libro, de tan sólo 78 páginas, está dividido en siete capítulos de un solo párrafo, el más largo de los cuales se extiende a lo largo de 21 hojas), la traducción del mexicano Juan Pablo Villalobos facilita bastante la tarea de enfrentarse a Un vaso de cólera.
Un vaso de cólera
Raduan Nassar.
Sexto Piso.
México, 2016.
78 páginas. $165