Fotografía: Cortesía
La Secretaría de Obras ha sustituido tapas y registros de coladeras con nuevos materiales, como policoncreto, para desincentivar el robo de estos accesorios.
Con un mercado negro que le ha puesto el ojo al metal de las coladeras y demás mobiliario urbano en la Ciudad de México, la Secretaría de Obras y Servicios lleva a cabo un cambio para combatirlo. Haciendo uso de la tecnología, han sustituido el hierro fundido por materiales reciclados en tapas de coladeras y registros, ubicados en vías primarias de la entidad.
Esto también representa un ahorro económico, pasando de 5 mil 300 pesos a 3 mil pesos por pieza. Pero además, a las luminarias, que también sufrían el robo, les han instalado un GPS para poder determinar las rutas que siguen en caso de ser sustraídas. El Secretario de Obras y Servicios, Jesús Esteva, es quien explica este cambio en el mobiliario urbano.
¿En qué consiste este plan?
Desalentar el robo de coladeras y este mercado negro del hierro fundido, de los metales. Todo lo que estamos reemplazando o renivelando, lo estamos haciendo con materiales alternos como los policoncretos, es decir con plásticos ya reciclados y que tienen ciertos componentes que los hacen resistentes, con capacidad para soportar el peso pero ya sin este valor en el mercado.
¿Cuáles son los avances en la sustitución?
En conjunto con el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) llevamos reemplazados 630 registros de concreto y 1,191 de policoncreto.
¿Cómo llegaron a la conclusión de usar estos materiales?
Se hicieron pruebas de resistencia, de durabilidad y a partir de esto es que se determina su viabilidad. Adicionalmente a estos primeros accesorios, vamos a tener accesorios que tengan el sello de “Propiedad del Gobierno de la Ciudad de México” o algo que identifique su pertenencia. Esto ya lo estamos haciendo con las luminarias, donde también tuvimos incidentes de robo. Así, podemos identificar si se movió de la Ciudad de México y de la red vial primaria, para ver si las llevan a otro sitio, porque el mercado puede tener fines de reciclaje o de reinstalación en otro lado. Es importante que vamos a tener esa trazabilidad.
¿Cuál es el impacto que les generaba este robo?
En conjunto con Sacmex, el monto y la inversión fue de 13 millones de pesos en 2022.
¿Debe haber una legislación para que se cambien los materiales en este mobiliario para evitar el robo?
Independientemente de hacerlo obligatorio, en realidad lo haremos por un tema de costo. Este cambio es más barato que el hierro y el acero. Entonces hay muchas ventajas e, independientemente de una norma, lo que hay que cuidar es la resistencia y la calidad. Esto sería lo esencial y lo podríamos indicar en una norma. En el caso del robo ya hay una iniciativa para incrementar las penas pero yo creo que ahí, además de la persona que roba y quien lo compra, lo importante a atacar sería el mercado negro.
¿Cuáles son las vías afectadas?
En la CDMX hay decenas de vialidades que son las más afectadas por la ausencia de este mobiliario, según el Sistema de Aguas de la Ciudad de México. Destacan Avenida Ceylán y Calzada Vallejo, en Azcapotzalco; Eje Central Lázaro Cárdenas, Insurgentes, Eje 1 Poniente, Avenida Cuauhtémoc, Eje 7 Sur, Eje 8 Sur, Viaducto Río de la Piedad y Circuito interior, en Benito Juárez; Avenida Pacifico, División del Norte, Canal de Miramontes y Taxqueña, en Coyoacán. También Izazaga, Eje 1 Oriente Vidal Alcocer, Eje 2 Norte Manuel González, Eje 1 Poniente Guerrero, Viaducto Río de la Piedad y Circuito interior, en Cuauhtémoc; Villa de Ayala, Gran Canal, Río de los Remedios, en Gustavo A. Madero. Se suma Plutarco Elías Calles, Eje 3 Sur y Javier Rojo Gómez, en Iztacalco; Calzada Ignacio Zaragoza, Avenida Texcoco, Guelatao y Calzada Ermita Iztapalapa, en Iztapalapa; Chivatito, Constituyentes, Calzada México-Tacuba y Camino a los Toros, en Miguel Hidalgo, entre otras.
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