29 de febrero 2024
Por: Arlen Pimentel

¿Cómo funciona un baño seco en la ciudad?

Es mucho más simple, limpio y agradable de lo que imaginas, además de que puedes adecuarlo al tamaño de vivienda y a tus necesidades e, incluso, contratar un servicio de recolección

Es mucho más simple, limpio y agradable de lo que imaginas, además de que puedes adecuarlo al tamaño de vivienda y a tus necesidades e, incluso, contratar un servicio de recolección

Fuera prejuicios: un baño seco no solamente es una manera limpia, eficaz para resolver el tema de los desechos humanos y amable con el ciclo de la tierra, sino que también es fácil de instalar y su manejo puede ser tan sencillo como entregar las cubetas cada mes a un recolector o esperar un mínimo de tres meses para que se convierta en tierra inocua. Si estás pensando en tener uno en tu casa, esta información te será de utilidad.

¿Qué es un baño seco?

El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (Argentina) señala que se trata de un inodoro que opera sin el uso de agua para la descarga de excrementos, es decir, orinas y heces, lo que los convierte en una alternativa para zonas en donde hay escasez de agua o no existe una infraestructura de drenaje. En el manual Baños Secos, de la Unidad de Ecotecnologías de la UNAM, se afirma que un baño seco constituye un servicio de saneamiento adecuado.

¿Cómo son?

Hay muchos tipos de baños secos, puede ser desde una simple cubeta hasta un cuarto con todas las comodidades. Como señala Chonch, director del Centro Cultural Agroecologico Huerta Culhua, en Iztapalapa, “mientras menos inversión le hagas a tu infraestructura, a tu espacio, va a requerir más esfuerzo físico”. En su caso, por ejemplo, se trata de un cuarto elevado, al que se accede mediante una pequeña escalera, con un retrete que a primera vista se ve como cualquier otro. Bajo el escusado hay una doble cámara, oculta a la vista, que es donde caen los desechos, que por el tamaño y diseño pueden ser recolectados una vez cada seis meses o cada año. Los restos van a parar al terreno y a la huerta del centro, en donde se completa su ciclo natural.

¿Cómo funciona en la ciudad?

Jeinny Solís, fundadora de la empresa WCEco y activista que promueve la permacultura, explica que estos baños no requieren ninguna instalación, drenaje, ni agua, solamente necesitas tener el espacio donde quieras tener el baño, que puede ser cualquier parte de tu casa que quieras adaptar. “Sólo lo compras, lo pones donde lo necesites, puedes quitar tu baño de agua o puedes no quitarlo, puedes ponerlo al lado. Su manejo es a través de una cubeta que está dentro del cuerpo de la taza y cuando tú vas al baño se ve bastante normal, parece un baño como cualquier otro baño de cualquier casa, la única diferencia es que en lugar de que uses agua para procesar tus excretas vas a usar algún material secante como aserrín, fibra de coco, hojarasca picada, este tipo de materiales. Es muy sencillo el servicio porque tú nada más usas tu baño, cuando llenas cuatro cubetas nos mandas un whats, programamos tu recolección, llevamos las cubetas limpias, aserrín que es el material que estamos usando actualmente y nos llevamos tus cubetas llenas”. 

Efrén Díaz Navarro, estudiante de ingeniería geomática en la UNAM, cuenta que en su caso usa como material secante la hojarasca, ramas secas y tierra que sale del huerto urbano que instaló en la azotea de su casa, en Santa María la Ribera. En el mismo espacio está un cuarto de baño con una pequeña plataforma de madera, de aproximadamente dos metros cuadrados, con una escalera para subir y un retrete conectado a medio tambo reciclado, en donde caen los desechos, y que tarda de tres a cuatro meses en llenarse: “Más o menos andaba llenando una cubeta de 20 litros a la semana, ya con todo y el material secante; de todas formas, cuando se va compostando, se va haciendo menos volumen porque se va componiendo en una sola tierra y eso implica que se va degradando en partículas cada vez más pequeñas, lo que significa que el volumen baja”.

¿A dónde se van los desechos?
Las empresas que se dedican de manera profesional a la recolección de desechos humanos los trasladan a zonas verdes en donde se facilita su manejo; por ejemplo, bosques o campos de cultivo de alimentos, en donde estos residuos constituyen uno de los mejores abonos que se puede encontrar. Diversos expertxs consultadxs por + Chilango coincidieron en que el tiempo que tardan los excrementos en transformarse en composta es de un mínimo de tres meses.

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