1- Vivir obsesionado con su peso
Contar calorías, hablar de valores nutrimentales, subirse a la báscula cada tercer día o no querer usar traje de baño por tener 10 gramos de sobre peso son síntomas irrefutables de que alguien tiene problemas con su peso. Si no viven de su aspecto físico y tienen estas obsesiones, tal vez lleven un modelo dentro. Aman inventar que están gordos para que les digan: “para nada estás ultra flaquito(a)”.
2- Usar lentes oscuros gigantes
Se tapan la cara para evitar a los paparazzis imaginarios los persiguen; nadie debe verlos de cara lavada o fachas, “podría volverse un escándalo”. Para evitarlo, usan lentes que parecen más un cubre cara que un cubre ojos. Lugares como el súper los ameritan.
3- Llenar Instagram de autofotos
Se les olvida que Instagram no es Facebook y que aquí nos vale su ego elevado. Los complejo de modelo no hacen otra cosa más que subir autofotos ególatras con caras exageradas, como: viendo al horizonte, boca semiabierta, de picada, poca ropa o mostrando cuerpo. Lo peor viene cuando leemos los títulos de sus fotos, podrían decir cualquier mafufada.
4- Posar extremo en todas las fotos
Cuando se escucha el click de una cámara a lo lejos, los que se sienten modelos corren a ella y ponen la cara de siempre, la que no falla: “su ángulo”. Son capaces de agregarse a fotos de semidesconocidos con tal de robar escena. Eso sí, con mano en cintura y boca un poco parada. No les da oso posar aunque estén en medio de un centro comercial.
5- Bailar haciendo duck face
El ritual del baile requiere una cara en especial y esa es la duck face: paran trompa, meten pómulos, se mantienen serios y levantan una ceja. No importa qué género bailen, lo importante es mantener una pose todo el tiempo. Jamás se dejan llevar, siempre se mueven a un ritmo lento.
6- Cualquier línea recta es una pasarela
No importa si están en el banco, en la oficina o en el parque; cualquier pasillo largo se convierte en pasarela. Caminan cruzando las piernas, levantan la cara y no sonríen. Si traen tacones les gusta que se sepa que están ahí por medio del ruido. Una de sus actividades predilectas es barrer a quien pase a su lado y mover el pelo de un lado a otro.
7- Usar tacones hasta para ir al mercado
Los mexicanos sufrimos por centímetros, no somos de las poblaciones más altas del mundo, ni modo. Así que, cuando se tiene complejo de modelo, es necesario dar la altura. No importa si los tacones implican sufrimiento; para parecer uno de ellos hay que verse muy alto y estar vestido para conquistar. Sea domingo o día festivo, “el show debe continuar”.
8- Inventar tonos de voz
Tienen la teoría, suponemos, de que la imagen va de la mano con una personalidad construida; por lo que es necesario inventar su propio tono de voz. Puede ser extremadamente fresa o adopta nacionalidades múltiples. Todo depende de qué sea lo que venda en ese momento.
No importa que no sean una celebridad, les encanta sentirse una. Así que no les extrañe si en Facebook ponen estatus como: “buenos días México” o cosas por el estilo.
10- Halloween o días de muerto es el pretexto porno
¿Quién dijo que día de muertos era para vestirse de algo que dé miedo?, para ellos es el día en el que sacan su complejo máximo de modelo. Aprovechan para ponerse un disfraz porno y exagerado que deje ver su lado más encuerado y “sensual”.
(YANNINA THOMASSINY)