De entrada, este lugar es inesperado por el nivel de pulcritud: ¿cómo se puede mantener una estructura completamente blanca así de limpia, tan prístina que parece un render? Aquí tiene que haber alguna especie de intervención divina.
La iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, mejor conocida como el templo mormón de Aragón (¡hasta rima!), es el centro de operaciones de quienes profesan esta religión en la Ciudad de México y alrededores. La primera piedra de este edificio se colocó en 1979 y en 1983 se inauguró.
Aunque los recintos de la LDS (se le llama así por sus siglas en inglés; favor de no confundir con LSD) comparten un mismo estilo arquitectónico, ésta tiene dos características distintivas. Una es que es el templo más grande del mundo fuera de Estados Unidos. Otra es que le metieron decoración inspirada en las construcciones mayas, por eso tiene “textura” en una parte de su fachada. En la punta hay una estatua dorada del ángel Moroni, que según la leyenda fue quien le pasó el pitazo a Joseph Smith sobre dónde estaban las escrituras sagradas que, más adelante, él publicaría como El libro de Mormón en 1830.
Si eres ajeno a esta fe, no podrás entrar al edificio principal, ya que el acceso está reservado para quienes ya se bautizaron en la LDS. Donde sí puedes dar el rol es en el centro de visitantes. Ahí, en compañía de dos jóvenes creyentes, descubrirás más de esta religión. Te pondrán unos videos protagonizados por unos hombres blancos que hablan en inglés, pero tú escucharás la voz de doblaje y recordarás la programación vespertina del Canal 7 en los años noventa. En el recorrido podrás ver un mural donde, en una ciudad maya, hay unos aztecas esculturales alrededor de Jesús, que según el Libro de Mormón, visitó el continente americano y embelesó a los pobladores originales. Al final del recorrido, una estatua gigante de Jesús te dirá unas palabras.
La iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días está en Avenida 510 número 90, en San Juan de Aragón.