Las jacarandás comienzan a florecer en la CDMX pintando la ciudad de un color azul violáceo que nos encanta. Fotografía: Cuartoscuro
Con la llegada de la primavera, las jacarandas comienzan a florecer en la CDMX pintando la ciudad de un color azul violáceo que nos encanta, la temporada conocida por todos como una de las más coloridas.
¿Cómo llegaron las jacarandas a la CDMX?
Acorde al libro “Árboles de la Ciudad de México” (UAM, 2011), la jacaranda llegó a nuestro país desde Manaus, Brasil, traída por un jardinero japonés, Tatsugoro Matsumoto. En 1892, Matsumoto hizo una escala en México antes de viajar a su destino final: el Perú. Durante su estancia, el japonés quedó sorprendido por el cariño y el cuidado que los mexicanos mostraban a las plantas y las flores. Después de viajar por Sudamérica, el jardinero japonés aceptó una invitación de José Landero y Coss, un minero mexicano que invitó a Matsumoto a trabajar en su hacienda en Hidalgo.
Con el paso del tiempo Matsumoto, comenzó a diseñar jardines para los mexicanos de alta alcurnia que vivían en zonas como la Colonia Roma. La excelencia de su trabajo llamó la atención del mismísimo Porfirio Díaz, quien lo contrató para que se encargara de los arreglos florales del Castillo de Chapultepec y el bosque que lo rodeaba. Pasaban los mandatarios y el jardinero japonés mantenía su posición de prestigio y cercanía al poder, tanto así que el presidente Pascual Ortiz Rubio le pidió que sembrase cerezos en la CDMX para imitar los espectaculares florecimientos de otros países.
Debido a que los cerezos no sobrevivirían al clima mexicano, Matsumoto comenzó a estudiar una alternativa que había conocido en Brasil y que él había estado cultivando con éxito en su casa en Morelos: el árbol de jacaranda.
Dato curioso: Fue el puerto de Veracruz el primer paisaje que se pintó con estas inigualables flores, acorde al libro “Árboles de la Ciudad de México”
¿Dónde podemos encontrar las jacaranda en la CDMX?
El tramo de insurgentes y así como los parques España y México en la Colonia Condesa fueron los primeros lugares donde podíamos disfrutarlas.
Ciudad Universitaria, Lomas de Chapultepec, Polanco, Colonia del Valle o Alameda central, son nuestros lugares favoritos para apreciarlas.