Desde hace muchos, muchísimos años los títeres han formado parte de la diversión y aprendizaje de muchos de nosotros. Aunque la práctica de este arte se ve muy lejana, lo cierto es que sigue más viva que nunca, una prueba de ello es el Museo de la Historia del Títere.
El museo posee más de 600 títeres de diferentes tamaños, formas y materiales. Entre ellos destacan 80 títeres Comino, personaje principal una compañía de teatro guiñol, datan de los cuarentas y cincuentas; una verdadera relíquia. Además en la colección se pueden apreciar piezas provenientes del otro lado del mundo.
Este recinto nació hace poco más de cinco años con una colección personal de 120 piezas, propiedad del fundador del museo Juan Carlos Nuño. Con el paso del tiempo varias compañías titiriteras de diversas países como Argentina, India, Chile, y España donaron algunos de sus títeres.
Aunque pasaron varios años en distintos municipios del Estado de México, actualmente no tienen sede permanente y andan de manera itinerante. “Desde que iniciamos el museo lo hicimos con la idea de ser itinerantes e ir con la colección a donde se nos solicitara. Pero ahorita ya estamos buscando un lugar permanente”, comenta Nuño.
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En su corta existencia han realizado múltiples visitas por toda la República Mexicana. Incluso asisten a escuelas para impartir talleres donde los niños pueden hacer sus propios títeres y ver espectáculos de teatro guiñol. Realmente van a donde se les requiera y llevan una parte de toda la colección.
Aunque quisieran llevar de viaje a los 600 títeres no es posible por el momento. “Lo que pasa es que a veces los lugares a donde vamos son muy pequeños y no caben todos…y algunos títeres ya son muy antiguos y hay que tratarlos con muchísimo cuidado”, explica Juan Carlos.
Cuando uno piensa en títeres inmediatamente cree que sólo son para niños pero esto no es así pues “el títere es un medio de expresión muy importante y de fácil acceso, además es para todas las edades, tanto para niños como para adultos, de hecho hay algunos títeres porno”, comenta el fundador.
Más allá de mostrar títeres mexicanos, extranjeros y su historia, el museo tiene como misión principal fomentar este arte, pues Juan Carlos considera que puede formar una parte muy importante en la educación de los niños, pues afirma que ellos suelen aprender más si se divierten. Además, comenta que es una de las pocas cosas con las que puedes hacer y crear tu propio espectáculo. Al final, lo que cada persona hace con su marioneta es totalmente único y personalizado.
El museo anda de aquí para allá pero pronto tendrá su propio establecimiento, así que mantente atento a sus redes para que puedas visitarlo y recorrer en cada una de las piezas la historia del títere en México.
Dónde: Entérate de su itinerario en su página de Facebook.
Costo: Entrada libre
(Foto: cortesía)