La atmósfera es cercana al Mundo feliz de Aldous Huxley o a cualquier otra literatura distópica. No obstante, se sitúa en el presente: en el universo laboral de los grandes corporativos donde la productividad y el rendimiento prevalecen sobre cualquier sentimiento y relación humana. ContraAcciones, del dramaturgo inglés Mike Bartlett, refleja un mundo deshumanizado y cruel en el que el dinero es el soberano absoluto y donde todos estamos a su merced. ¿Ajeno a la realidad actual? Para nada.
Emma (Carmen Mastache), una de las vendedoras más eficaces de la empresa, comienza a salir con un compañero de trabajo. Su Gerente (Aida López) le llama inmediatamente y le hace saber de una cláusula de amor en el contrato: no es posible que las personas se relacionen más allá de lo laboral porque afecta los intereses del corporativo. “¿Tuvieron sexo?, ¿cómo lo calificaría: fue malo, regular, bueno o excelente?, ¿cuántas veces lo hacen a la semana?”, las preguntas suceden en una intromisión tan absurda como cómica. Emma ha perdido su privacidad y su derecho a sentir. Sin embargo, no se detiene ahí: el afán de no perder ese “buen trabajo” la llevará hasta sus últimas consecuencias, donde un matrimonio o un hijo tampoco tienen lugar.
Dirigida por Alejandro Velis, ContraAcciones se presenta estos días en el Teatro Orientación. Además de contar con Aida y Carmen —dos actrices de gran talento— en el proyecto participan Daniel Primo en iluminación y Patricia Gutiérrez en escenografía. Se trata de un grupo creativo sólido que resulta en un montaje igual de cohesionado.
ContraAcciones lleva al espectador de menos a más: de un humor genuino a la incomodidad, el dolor y la contrariedad, ¿es posible que alguien se someta así? Lo más triste es que parece que sí: hoy el dinero está por encima de todo, vivimos bajo su tiranía.
CONTRAACCIONES. Teatro Orientación, del CCB. Lunes y martes a las 20 h. $150.
