Antes de enviar inbox y WhatsApp muchos chilangos se comunicaban a través de cartas.
Con la llegada de internet y los nuevos medios de comunicación el envío de cartas quedó en el olvido. Anhelamos que un día regresemos a ese bello momento en que el abrir una carta se convertía en todo un arte. En México el correo llegó con la Nueva España en 1621, y hasta 1756 este palacio de correos estaba ubicado en la calle de la Soledad. Formalmente esas son las fechas, pero algunas crónicas del México Antiguo describen un método postal que ejercían en los Templos Aztecas, en el que los paynani (mensajeros), exclusivos del ejército, se comunicaban entre las tropas a través de cartas o mensajes.
La segunda casa de correos que tuvo la Ciudad de México fue el 1 de julio de 1756 en el número 11 de la calle de Santa Teresa “La Vieja”, lo que hoy se conoce como calle de República de Guatemala, y permaneció en funcionamiento hasta 1788. Este predio hoy es ocupado por El Palacio de la Autonomía de la UNAM y resguardan el Archivo de la Biblioteca Postal.
Durante la Independencia el servicio postal fue interrumpido y sólo era utilizado de manera privada. La cuarta casa de correos se reubicó en 1852 en un anexo de la Antigua Casa de Moneda, hoy calle de Moneda, a un costado del Palacio Nacional. En 1901 cambia el nombre a Dirección General de Correos y hasta 1907 se decide cambiar nuevamente de lugar, colocando la quinta casa de correos en la antigua calle de Santa Isabel esquina con San Andrés, lo que conocemos como Tacuba 1, esquina con Eje Central y el Callejón de la Condesa.
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Antes de que fuera el Palacio de Correos, este edificio resguardó el Hospital Real de Nuestra Señora de la Pura y Limpia Concepción, que fue demolida en 1900. En 1902 Porfirio Díaz colocó la primera piedra para la construcción del palacio. Quienes estuvieron a cargo de la edificación fueron el arquitecto Adamo Boari, quien también ayudó con el diseño del Palacio de Bellas Artes y el ingeniero Gonzalo Garita.
El 18 de febrero de 1907 Porfirio Díaz inauguró la Casa de Correos, en dónde “El Señor Presidente abandonó la plataforma seguido de su humerosa comitiva, mientras la orquesta volvía a tocar el Himno Nacional, y se dirigió a los buzones para depositar unas tarjetas postales, miniaturas pictóricas del Sr. Leandro Izaguirre, e inagurar así el servicio postal en la Nueva Casa de Correos. Después depositaron sus correspondientes tarjetas, obsequiadas por la Dirección de Correos, los señores Secretarios de Estado, el Cuerpo Diplomático, los Funcionarios Públicos y por último, los invitados en general.” Así lo describió en una crónica el periódico El Imparcial.
Uno de los emblemas del edificio es el reloj que se encuentra en la torre principal, el cual fue importado desde Alemania, cuando la ciudad no estaba tan habitada y el ruido no era el que experimentamos hoy se podía escuchar a la distancia el tic-tac.
El 4 de mayo de 1987 el Palacio Postal fue declarado Monumento Artístico de la Nación. Hoy son pocas las cartas que se escriben, pero en su momento era uno de los medios más usados que existían para comunicarnos.