Existe una pequeña región al sur del país que destaca por ser más tolerante al travestismo y transgénero que muchas ciudades mexicanas autroproclamadas como progresistas. Es Juchitán, una ciudad al suroeste de Oaxaca, en la que la población zapoteca respeta plenamente a las personas muxe, hombres que han adoptado roles femeninos y, muchas veces, transformado su apariencia física. La palabra muxe no aparece en el diccionario, pero la cultura occidental podría compararlos con los transgénero y travestis.
Carmín Tropical es una película que aborda el tema del tercer sexo a manera de film noir. Escrita, dirigida y producida por Rigoberto Perezcano, la cinta cuenta la historia de Mabel, un muxe que regresa a Juchitán y encuentra que su mejor amiga, también muxe, ha sido asesinada bajo razones misteriosas, por lo que emprende la búsqueda de sus últimos pasos, y va tras la identidad del asesino.
Con las actuaciones de José Pecina, en el papel de Mabel, y Luis Alberti, quien da vida a un encantador taxista fuereño, este filme estrena hoy en salas comerciales y alternativas de la Ciudad de México.
Carmín Tropical no es una película de temática gay, ni mucho menos, sino un thriller que mantiene al espectador filo de la butaca, al tiempo que muestra aspectos de la vida de esta comunidad y su diversidad de género, como lo es la Vela Muxe, la fiesta de origen prehispánico en la que se celebra a esta comunidad. Cine de arte entretenido.
No es casualidad que Carmín Tropical hubiera ganado el premio a Mejor Guión en la pasada entrega del Ariel y en uno de los festivales de cine más importantes de México, el de Morelia.
Perezcano completa así su trilogía de filmes sobre su natal, Oaxaca, la primera fue el documental XV en Zaachila, y luego, Norteado. “Yo soy de Oaxaca y pertenezco a la cultura zapoteca, el tema me interesó mucho cuando llegué y descubrí esta tolerancia que es ejemplar, me llamó mucho la atención lo que sucede al aceptar y convivir con estas personas”, y cuenta que año con año asistía a la Vela Muxe pero quería ir más allá de un documental, entonces decidió agregarle un crimen a la historia para aumentar el nivel de complejidad, “un género que difícilmente se toma en el cine mexicano, tiene sus reglas muy establecidas y si no las respetas se cae, el género negro, de la investigación criminal”. Precisamente, la crítica especializada ha resaltado de Carmín Tropical lo vertiginoso y eficiente que resultan las escenas de suspenso.