Qué series de Netflix ni qué nada, con tus compañeros godínez nunca le faltará emoción a tu vida. No importa a qué lado voltees, te darás cuenta de que hay varios personajes en tu oficina que, para bien o para mal, te harán los días más… ¿livianos?
El bello durmiente
Nunca falta el compañero que, cada que volteas, está cabeceando o de plano ya se durmió. A veces puedes escuchar cómo ronca y de vez en cuando hasta tira la baba.
El parlanchín
Por más que intentas concentrarte en todos los pendientes que tienes, el de al lado no para de hablar en todo el día: que si el clima, que tiene mucho trabajo o el chisme del momento.
El ojo alegre
El señor que es de la edad de tu papá y que quiere ser “cool” con los chavos de la oficina. Siempre cuenta historias de sus veinte mil ligues, pero tú no le compras ni una.
El chistosito
Al inicio es gracioso, pero llega un momento en el que sus bromas ya no le causan risa a nadie. Por más que lo
ignores, su repertorio no tiene fin y sigue haciendo chistes.
Difícil de aguantar
Siempre hay un compañero que es “complicado”. De inicio, intentaste ser amable hasta que ya lo ignoras, por el bien de tu hígado, pero él no te ayuda a blurearlo de la oficina.
Seriedad absoluta
A veces te quieres relajar y volteas a decirle cualquier cosa a tu compañero, pero él simplemente te ignora o te da el avión. Cuentan que nadie nunca lo ha visto sonreír.
El fantasma
Hay alguien que llega a las 9, como lo marca el horario del contrato, pero que nunca lo encuentras en su lugar. En ocasiones ni recuerdas que existe, porque no está cuando se le necesita.
El dramático
Para hacer más “ligero” el día, hay alguien que siempre está haciendo drama por cualquier situación: está preocupado porque lo van a correr o por la fila para calentar su comida.