Fotografía: @INAHmx
Se trata de una de las zonas arqueológicas más relevantes de la capital. El INAH ha realizado las principales investigaciones sobre sus orígenes
Al sur de la ciudad, en la alcaldía Tlalpan, se encuentra una destacada zona arqueológica que siglos atrás fue de gran relevancia en el Valle de México. Se trata de Cuicuilco, que significa: “lugar donde se hacen cantos y danzas”.
Según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el área de visita se limita al Gran Basamento Circular, pero la zona incluye el área llamada Cuicuilco B, localizada en el deportivo de la Unidad Habitacional Villa Olímpica; el montículo circular de Peña Pobre, dentro del actual Parque Ecológico y la Pirámide de Tenantongo en la parte alta del Bosque de Tlalpan.
La historia señala que hacia el año 250 de nuestra era, el volcán Xitle hizo erupción y la lava cubrió gran parte de la primera ciudad monumental de la cuenca de México. Sus vestigios nos maravillan aún en la actualidad; incluso, se ha planteado que la localización de Cuicuilco era estratégica tanto por la cercanía de recursos lacustres y de bosque de encino-pino, como por ser un punto sobre la ruta hacia el Valle de Toluca.
A pesar de que el asentamiento se encuentra en plena CDMX, las investigaciones realizadas son mucho menores de lo que se ha hecho en otros sitios arqueológicos como Teotihuacán y es poca la información existente sobre este asentamiento. Aunado a esto, la zona se encuentra de 5 a 10 metros debajo de roca volcánica, lo que ha dificultado en gran medida su exploración.
ESTUDIOS
El INAH sostiene que ahí han hallado las representaciones más tempranas del Dios Viejo del Fuego. Además, en ese lugar pudieron darse los primeros pasos en el establecimiento de un calendario basado en la observación de los movimientos del sol, según investigaciones, principalmente en su aparente desplazamiento sobre el horizonte oriente a lo largo del año.
Se sabe que Cuicuilco fue una zona urbana densamente poblada debido a los restos humanos encontrados durante las excavaciones, así como objetos de cerámica, tumbas y altares.
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