Fotografía: Cortesía
Si eres mexicano o has visitado México, seguro te habrás enamorado del billete de 50 pesos con el dibujo del ajolote pero, ¿sabías que este pequeño animal tiene una gran importancia cultural y científica?
El ajolote, además de su misticismo, es un anfibio endémico de la cuenca del Valle de México, considerado un verdadero tesoro debido a su singular belleza y su importancia en la cultura prehispánica.
Para los aztecas, el ajolote era considerado un animal sagrado al que se le atribuían propiedades mágicas y curativas. Pero ahora no sólo es fascinante desde un punto de vista cultural, sino también desde la mirada científica, ya que es capaz de regenerar partes de su cuerpo como las extremidades, la cola, la columna vertebral y hasta órganos como el cerebro y el corazón.
Esto lo convierte en un objeto de estudio imprescindible para investigaciones en biología y medicina regenerativa. Su dieta está principalmente basada en algas, pequeños crustáceos e insectos, y por si no fuera lo suficientemente extraño, tiene una forma única de respirar, llamada “respiración branquial y pulmonar”, donde a través de sus branquias, absorbe oxígeno del agua pero también tiene pulmones que le permiten respirar aire atmosférico.
Desafortunadamente, se encuentra en peligro de extinción debido a la degradación de su hábitat, la contaminación del agua y la sobreexplotación para su uso en la medicina tradicional.
Quizá por eso es que su imagen en el billete de 50 pesos se ha vuelto tan relevante ya que ayuda a generar conciencia sobre la importancia de su conservación a toda costa.
UN ANIMALITO MUY COTIZADO
Los ajolotes son considerados un símbolo de creatividad y renovación. Aparecen en el arte y la literatura desde hace siglos. Además, la presencia del ajolote en el billete de 50 pesos ha sido un gran atractivo para los coleccionistas de billetes. De hecho, este se ha convertido en uno de los más populares en México de todos los tiempos, y por esto mismo ya no es tan común encontrarlo en la mayoría de los comercios y transacciones cotidianas debido a todos los que prefieren no gastarlo y conservarlo.