Las larguísimas filas que rodean a Pinche Gringo BBQ –especialmente los fines de semana– son evidencia de que la idea de Dan DeFossey y Roberto Luna funcionó: poner el primer local de barbecue estilo texano en la Ciudad de México. Abrieron hace año y medio con unas cuantas mesas, un ahumador y un poquito de incertidumbre. Para hoy se han ampliado, han implementado un eficiente sistema para atender la enorme demanda y han recibido a más de 350 mil comensales de varias partes de la ciudad, del país y del mundo.
Su idea no era sólo poner un negocio por poner un negocio. De entrada, les emocionaba ser pioneros en una ciudad de 23 millones de habitantes, y compartir algo que les encantaba (¡y que Dan extrañaba mucho!). Al encontrar el local perfecto en la colonia Narvarte, se enamoraron del barrio y les quedó claro que debían ser vecinos responsables. Por eso, por ejemplo, su chimenea está a ocho metros de altura –la regulación estipula que deben ser mínimo dos, pero aquí no quieren ahumar al de junto–, su estacionamiento está bien organizado para no hacer tráfico y, aunque siempre hay excelente música, no es lugar ruidoso. “Tenemos un mural hermoso afuera, para cualquiera que venga aquí por primera vez entienda la historia de lo que esta comunidad representa. Por eso pintamos ese mural, como contribución a la Narvarte”, dice Dan. Además, sirven una gran variedad de cervezas artesanales mexicanas de barril a un excelente precio: no para ganar lana, sino que los chilangos conozcan más de esta bebida y prefieran las marcas independientes sobre las comerciales.
Es admirable que, en una ciudad donde abundan el agandalle, la transa y el engaño, Dan y su equipo hayan logrado que los clientes sigan reglas muy específicas para el armónico funcionamiento del lugar. “Te mentiría si te dijera que eso fue fácil. Invertimos mucho tiempo y energía en educar a nuestros consumidores. Pero creo que la esencia de Pinche Gringo es que operamos con mucha humildad, de ahí lo de ‘pinche’; por eso la gente lo acepta”. Aquí no verás a nadie apartando mesa, metiéndose a la fila o queriéndole ver la cara a otro. “Existe la creencia de que la gente no puede cambiar o modificar sus ideas, o que si no estaban acostumbradas a algo no les va a gustar… creo que todo eso son tonterías, la gente puede aceptar cosas que tienen sentido. Cuando lo entendimos e invertimos tiempo explicando por qué lo hacemos, los clientes son geniales”, explica Dan. Y esto viene desde el equipo, que Dan define como “expertos en generar experiencias”: ellos marcan el ambiente amigable y la actitud de convivencia positiva.
Aunque es originario de Nueva York, Dan lleva más de cinco años aquí y ya es todo un chilango. “Creo que a la gente se le olvida del increíble espíritu emprendedor que tenemos en la ciudad. Es increíblemente internacional, hay muchísima gente diferente con grandes ideas, hay mucha pasión, la gente ama la ciudad y yo también. Es una de las mejores ciudades en el mundo y hay muchas oportunidades para hacer algo chido, porque la gente está muy hambrienta de cambio; abrazan el cambio, les emociona, y cuando puedes hacer algo… ¡mira!”, dice, señalando a las mesas llenas de gente feliz.
Pinche Gringo BBQ
Cumbres de Maltrata 360, esq. Palenque, Narvarte
Miércoles a viernes de 13 a 17 h. Sábados y domingos de 12 a 19 h.
www.pgbbq.mx