Daniela Schmidt es una actriz que prefiere involucrarse en historias reales con un toque de rebeldía.
La actriz comenzó su carrera a finales de los 90 en las telenovelas y de ahí pasó al teatro, a las series y al cine. En la actualidad se prepara para ejercer el rol de productora, escritora y protagonista de la misma película.
“Es una historia que sucede en el DF entre dos personajes, digamos, límite, que están fuera de la sociedad, que se encuentran en un momento fuera de la vida y deciden tomar o hacer justicia en ciertos aspectos en los que la sociedad no les hace caso, son como estos dos locos que están al margen de la sociedad y deciden que van a vivir la vida de otra manera”, expresó la mexicana a su paso por la alfombra roja de los Fénix Premios de Cine Iberoamericano, celebrados hace unos días en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, y a donde acudió para apoyar a sus amigos y colegas cineastas.
Schmidt cerrará este 2015 como un año muy movido: tuvo un bebé, protagonizó la serie de Canal Once Paramédicos, participó en la película A La Mala y comenzó a preparar este largometraje, que ella misma prometió será polémico.
“Me gustan mucho las historias así, sobre gente real que un día tiene el valor de tomar su vida en sus manos y decir, ‘al diablo las reglas, al diablo que no me hagan caso, al diablo que no me contesten, voy a hacer lo que tengo que hacer para vivir mi vida’”.
Aclaró que, sin embargo, no se trata de una historia de protesta, sino de un retrato del inconformismo. Sergio Umansky será el director de la cinta a la que llegaron gracias a un caso real que vieron en un documental, cuyo nombre no quiso revelar para no destapar la historia antes de tiempo.
“Entramos en contacto con algunas de estas historias, está basada, mas no es una historia real; se construyó un guión a partir de ello”.
Para este proyecto no les interesa contar con grandes nombres de la industria del cine mexicano.
“El director quiere trabajar con actores que no tengan tanta experiencia, descubrir caras nuevas, trabajar, de pronto, con gente que no tenga tanta exposición, le parece un reto interesante que no esté como tan… no sé si (viciada) sea la palabra, pero que estén más frescos y que tengan más espontaneidad”.
Un riesgo del que está consciente como productora, pero que está dispuesta a correr.
“Hay películas que buscan taquilla y otras que están buscando darle voz a su director, escritor y personajes, creo que en este caso esta película es así, tiene un sentido artístico, y si nos va bien en taquilla pues qué padre”.