Además de su céntrica ubicación, la colonia San Rafael presume una larga historia que convive con los teatros, las escuelas y el intenso tránsito que la caracterizan en tiempos más recientes
Su origen se remonta a 1859, con el nacimiento de la pequeña Colonia de los Arquitectos, destinada a los estudiantes de la Academia de San Carlos, que fue el primer fraccionamiento creado fuera del Centro y marcó el inicio de un proceso de expansión urbana que todavía no termina. El resto de su trazo fue planeado a finales del siglo XIX, en terrenos que antes habían pertenecido a ranchos como el de Casa Blanca o el del Cebollón; al norte, en Serapio Rendón 5 se conserva el templo de San Cosme y San Damián, construido en el siglo XVII.
En este rumbo todavía predomina la arquitectura ecléctica de la época porfiriana, con ejemplos muy notables como la casa de Sadi Carnot 13, que fue propiedad de la familia Azurmendi y hoy es el Instituto Pedagógico Anglo Español; la del número 33, que hasta hace poco fue el Colegio Williams, o la del 57, que alberga la Universidad del Valle de México. En el 68 está el Pentathlón Universitario, un espacio que data de 1889 e inicialmente albergó el asilo Francisco Díaz de León, con una capilla central que se mantiene en pie.
También hay que visitar la residencia de Francisco Pimentel 17, donde se filmó la cinta La tía Alejandra, de 1979; la de Gabino Barreda 71, de estilo morisco; la de Guillermo Prieto 29, que luce un diseño similar y ahora se encuentra muy deteriorada; la de Manuel María Contreras 67, con una curiosa fachada alineada en diagonal, o los restos del Edificio Gregoire de Wollant, en Antonio Caso 110, donde habitó el escritor Renato Leduc.
En Serapio Rendón 61 sobrevive un conjunto de departamentos conocido como la Privada Roja, con un café que permite disfrutar del pasaje interior, y en Rosas Moreno 110 se encuentra la casa de cultura local. Casi enfrente, el edificio de Díaz Covarrubias 14 fue la locación de la película La familia Pérez, de 1949.
Justo en marzo de ese año abrió sus puertas el Cine Ópera, en Serapio Rendón 9. Esta sala tuvo capacidad para más de tres mil espectadores, y después de dar cabida a varios conciertos de rock hoy permanece cerrada. La San Rafael fue un barrio asiduo al séptimo arte: en el número 87 de la misma calle estuvo el Cine Encanto, un recinto de inspiración Art Déco que fue demolido tras el sismo de 1957; en Miguel Schulz 9, el Cine Lux cambió su nombre a Fernando Soler, luego se convirtió en una tienda y ahora ya no existe. Muy cerca, la esquina de Guillermo Prieto y Gabino Barreda vio surgir y desaparecer al Cine Universal, después llamado San Rafael, del cual no queda ninguna huella.
Mención aparte merecen sus negocios tradicionales, como el Café Gran Premio, que desde 1962 ocupa la esquina de Sadi Carnot y Antonio Caso. A una cuadra, la cantina La Castellana sirvió su primera bebida en 1892, cuando el tren urbano de México a Tacubaya todavía viajaba por la actual Insurgentes. La nevería La Especial de París se mudó al número 117 de la misma avenida en 1942; apenas dos años antes, la Estación Colonia del ferrocarril había sido demolida para dar paso al jardín donde se instaló el Monumento a la Madre, cambiando el ritmo de la vida cotidiana en esta zona.
Fotos: Lulú Urdapilleta